E-Mail demuestra que el ex presidente Ricardo Martinelli y su Secretario participaron en corrupción

MIAMI 10 DE JULIO DE 2015, nhr.com– Los correos de altos ejecutivos de empresa que le vendió los equipos a la pasada administración –la italiana Hacking Team– ahora han sido puestos a disposición del público en el portal de Wikileaks, de donde salió este que está al costado, que revela información sobre las negociaciones para la compra de la plataforma de espionaje Remote Control System (RCS), o Da Vinci.

En este correo, fechado 14 de julio de 2011, Hugo Ardila –de Robotec Colombia, empresa que tiene la representación de Hacking Team para la venta de estos equipos– envió un informe esa noche tras una reunión de trabajo, cuyo encabezado es el siguiente: “aquí está el resultado de nuestra conversación con el cliente”… “Conversamos con el Sr. Adolfo Obarrio, secretario privado del Presidente de Panamá (que no fue a la cena) quien nos dijo que estaba al teléfono con su jefe, mientras nosotros estábamos en el restaurante, él le ordenó suspender cualquier compra potencial hasta que el problema sea resuelto mañana”.

De este informe se puede deducir que el entonces presidente, Ricardo Martinelli, estaba perfectamente al tanto de la adquisición del equipo de espionaje, al punto de que ordenó suspender la compra potencial del equipo hasta tanto se resolviera un problema.

Ese problema aparentemente fue resuelto, pues el equipo fue comprado, aunque a través de sociedades fantasmas registradas en Belice –principalmente–, las cuales son reconducibles al empresario panameño Teófilo Homsany.

El correo de Ardila, casi al final termina diciendo que deben hacer unas pruebas con el programa de espionaje en teléfonos BlackBerry, los cuales aparentemente tenían alguna resistencia a los programas de espionaje de la empresa italiana. Hablaba específicamente de los teléfonos “de los clientes (Ricardo Espinosa, Carlos Arjona y Adolfo Obarrio) y el de algún objetivo controlado en Panamá”.

Y tanto como su jefe, Adolfo Chichi De Obarrio estaba consciente de lo que se estaba comprando, al punto de que para “cooperar” con la compra, su propio teléfono iba a ser infectado con el programa espía.