MIAMI 30 DE NOVIEMBRE DE 2015, nhr.com– El estadunidense Alan Gross, liberado en diciembre de 2014 tras pasar cinco años detenido en Cuba por espionaje, aseguró que le amenazaron con ejecutarle y que se sintió abandonado por las autoridades de su país, en entrevista con CBS televisión.
“Me amenazaron con colgarme. Me amenazaron con arrancarme las uñas. Me dijeron que nunca volvería a ver la luz del día”, dijo Gross, de 66 años, en una entrevista con el programa 60 Minutos, algunos de cuyos extractos fueron anticipados este viernes.
Gross admite que “durante las dos primeras semanas” de su detención en Cuba pensó que el gobierno de Estados Unidos lograría sacarlo rápidamente de la isla.
“Luego me pregunté ‘¿dónde diablos están? ¿dónde están?’ No tenía idea de que iba a estar allí durante cinco años. Yo sabía que estaba en problemas”, dice en la que se anuncia como su primera entrevista desde su puesta en libertad en virtud de la mejora de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana a finales del año pasado.
En la entrevista, que se transmitirá en forma completa la noche del domingo, Gross dijo que para mantenerse bien hacía tres cosas todos los días: “Pensaba en mi familia que sobrevivió al Holocausto. Hacía ejercicio religiosamente a diario y encontraba algo de lo cual reírme cada día”.
Este ex contratista de la agencia estadunidense de ayuda para el desarrollo (Usaid), una dependencia del Departamento de Estado, fue detenido en 2009 en Cuba y condenado dos años más tarde a 15 años de prisión por haber introducido en la isla equipo de transmisión satelital.
Su propósito era ayudar a la comunidad judía en Cuba a acceder a internet.
Su excarcelación y regreso a Estados Unidos fue el primer paso concreto del deshielo en las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, que también incluyó la liberación de tres espías cubanos de la Red Avispa condenados en Estados Unidos y de un cubano que suministró información secreta a Washington.