• La califican de corrupta e incompetente
MIAMI, 17 DE MAYO DE 2013, NHR.com—No hay dudas de que la administración del presidente Barack Obama está atravesando por la semana más difícil de los 5 años que ha estado en el poder, y todo indica que no mejorará en largo tiempo, desconociéndose hasta qué punto llegará.
Son cuatro escándalos de enormes proporciones lo que le ha caido encima y son investigados por comités del Congreso: la obtención por parte del Departamento de Justicia de los registros telefónicos de periodistas de la AP, la agencia de noticia más poderosa de Estados Unidos; las controversiales investigaciones que llevó el IRS contra grupos conservadores instigados por miembros del gobierno; el descubrimiento de que la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, le solicito a la empresa H&R Block y a la Robert Block Foundation millonaria donaciones con el fin de financiar una campaña para asegurar el éxito de Obamacare; y el escándalo del ataque terrorista en Bengasi, que se la complicado con las declaraciones hechas por tres “soplones” testigos presenciales de aquellos ataques del 9/11 pasado.
En medio de toda estos controversiales escándalos, la gran prensa que se ha demostrado aliada de Obama , ha comenzado a reaccionar ante esas revelaciones.
Uno de los artículos de opinión que más ha llamado la atención es el escrito por el premio Pulitzer ,Michael Goodwin, para, entre otros, el New York Post, bajo el titular de “Escándalos de Obama toman la Nación como una tormenta”. Goodwin señala que “como una metáfora para el gran gobierno, es difícil sorprender al Departamento de Justicia registrándoles los teléfonos a periodistas de la Prensa Asociada, al menos que piense que sea mejor ejemplo que el servicio de rentas internos apriete los tornillos a grupos vistos como conservadores y por tanto indignos de un trato justo”.
En otro párrafo de este articulo, Goodwin dice: “Mientras tanto en la Casa Blanca, la nube creciente de problemas debe tener a los muchachos en el bunker añorando los viejos tiempos, esos días de idilio de antaño cuando Bengasi era el único escándalo en el horizonte”.
Y en otro párrafo dice: “La administración de Obama es corrupta e incompetente, es un doble golpe que se deletrea apuro para la nación, en el país y el extranjero, La corrupción no es así en Albany, donde los funcionarios se llenan sus bolsillos con dinero del contribuyente. La corrupción en la tierra de Obama es el uso selectivo del poder gubernamental para recompensar a los amigos y castigar a los opositores, o como el presidente los llama: el enemigo”.
Y finaliza su artículo Michael Goodwin:“Sus aliados políticos, Solyndra y las uniones, obtienen golosinas especiales, mientras que quienes se oponen a la agenda del régimen son demonizados y señalados para el escrutinio. El IRS señala a los grupos como el Tea Party o patriotas, los que defienden esto en su nombre huele a tácticas de caudillos de republicas bananeras de las que Hugo Chávez y Fidel Castro se sentirían orgullosos”.