• Genial robo inspirado en dos películas de Hollywood
MIAMI, 1 DE AGOSTO DE 2013, NHR.com—No hay dudas que entre los criminales los hay brutos y los hay con gran sentido inventivo. Con tal de tomar lo ajeno, son capases de cualquier cosa. Entre los despachos que llegan a NHR.com llegó una historia que vale la pena contar.
Comienza ante los tribunales de Nueva York ayer, cuando se escogió al jurado que ventilará el atraco a mano armada que protagonizaron tres sujetos de la raza negra que se hicieron pasar por blancos para despistar a sus víctimas.
El caso, llamado por los fiscales “Black and White”, o sea, banco y negro, si hubiera sido al revés, Jessy Jackson y Art Shapton lo calificarían de un asalto racista.
El suceso ocurrió en la barriada de Queens. Un astuto trío de ladrones negros compraron disfraces increíblemente realistas a una empresa de efectos especiales de Hollywood, transformándose de negros a blancos y cometieron un robo a mano armada en un establecimiento de cambio de cheques de esa barriada. Eran tan buenas las máscaras, que sus víctimas no tenían idea de que estaban disfrazados.
Los tres asaltantes, identificados como Akeem Monsalvatge, Derrick Dunkley y Edward Bram, están siendo juzgados en la corte federal de Brooklyn. Durante el primer día del juicio, la fiscalía presentó a los testigos, quienes contaron cómo fueron completamente engañados.
De acuerdo con los fiscales, los tres intrépidos ladrones pasaron dos meses tramando el asalto a la tienda de cambios de cheques, de la cual lograron llevarse $200.000.
Para tal, los sujetos contactaron a la empresa CFX de Hollywood, especializada en la construcción de equipos de efectos especiales para películas, incluyendo los usados en Two Guns y Wolverine. Los ladrones supuestamente dijeron a los representantes de la empresa que las máscaras eran para la filmación de un video clip y pagaron $2.000 por ellas.
Según se dijo en el juicio, los delincuentes se inpiraron en la película The Town, protagonizada por Ben Affleck, ya que además de ponerse las máscaras y hacerse pasar como agentes de la policía, rociaron la escena con cloro con el fin de destruir rastros de ADN.
Uno de los asaltantes usaba una camiseta con una foto de los protagonistas de la película disfrazados de policías, dijeron los fiscales.“Parecían ser hombres blancos”, dijo la fiscal María Cruz-Meléndez, quien recalcó que “ellos querían despistar a sus víctimas pareciendo policías blancos”.
“Los tres penetraron en el establecimiento Pay-O-Matic, en Queens, a donde llegaron en un Ford Explorer, y allí intimidaron a todos los empleados apuntándoles con pistolas”, dijo la fiscal.
“Yo temía por mi vida, me podrían haber matado”, dijo la testigo Liloutie Ramnanan, empleada del negocio. En solo tres minutos los ladrones se apoderaron de todo lo que había en la caja fuerte; un aproximado a $200.000.
Cuando los verdaderos policías llegaron a la escena, la empleada declaró que tres personas de la raza blanca, vestidos de policías, los habían asaltado.
Fueron los propietarios de la empresa CFX de Hollywood quienes alertaron a la policía, después que los mismos ladrones enviaran un correo electrónico dándoles las gracias y felicitándoles por el éxito que habían tenido con las máscaras confeccionadas por ellos.
No habrán filmado clips ni película alguna, pero lo más probable es que hayan servido de inspiración a algún director de cine.