Levantan rascacielos pero se olvidan del elevador

• Actualmente el edificio sigue en construcción

MIAMI, 16 DE AGOSTO DE 2013, NHR.com—Si no fuera porque la noticia viene desde Alicante, cualquiera pensaría que se trata de burlarnos de los gallegos.

Resulta que en la turística y costera ciudad de Benidorm se proyectó la construcción de un rascacielos de 47 plantas y 269 viviendas que no llegó a terminarse y que, realmente, nunca se podrá terminar puesto que “alguien” olvidó diseñar el elevador.

¿Un rascacielos sin ascensor? ¿Cómo es posible un fallo de semejante calibre? El rascacielos pretendía llegar a las 47 plantas de altura y albergar 267 viviendas en una de las ciudades más turísticas de España. Un proyecto megalómano que simboliza bien las barbaridades que se proyectaban y construían en España en estos años locos previos a la crisis económica; un edificio que tenía como objetivo ofrecer una lujosa y exclusiva segunda residencia en la playa siguiendo el spanish way of life.

En el caso de la construcción, un cambio en el alcance del proyecto puede tener un gran impacto en el resultado final y los cambios de requisitos o las ampliaciones pueden resultar muy costosas y no deberían tomarse a la ligera. Sin embargo, en este proyecto algún genio pensó que duplicar el alcance del proyecto no era más que “construir hacia arriba”.
Se dice que inicialmente, el diseño original de InTempo -así se llama eledificio- contemplaba la construcción de 22 plantas y se habían realizado los cálculos para alojar un sistema de ascensores calculados para transportar personas en un trayecto de 22 pisos.

En un ataque de megalomanía, ambición e incompetencia, los responsables del proyecto decidieron añadir 27 plantas más al edificio sin más que pensar en los cimientos y sin tener en cuenta que, quizás, el sistema de ascensores se podría ver afectado.

Evidentemente, un ascensor de un edificio de 20 plantas nada tiene que ver con uno para un edificio de 47 plantas y, por ejemplo, los requisitos de espacio necesario para sus motores o su sistema de poleas son mucho mayores; tanto es así que ahora no caben en el espacio proyectado inicialmente y no fue posible su instalación el año pasado.

Actualmente, el edificio aún sigue en construcción y los arquitectos del proyecto han renunciado tras el cúmulo de retrasos y los recortes del SAREB (el famoso “banco malo” que ha heredado el crédito del edificio). Ahora solo falta que nos digan desde España que los arquitectos son de Pinar del Río.