• Y amenaza con el Poder de la Pluma
MIAMI 29 DE ENERO DE 2014, nhr.com—En el discurso sobre el Estado de la Nación el presidente Barack Obama se presentó prometiendo conseguir una reforma migratoria, reducir la brecha económica entre ricos y pobres y amenazo con el Poder de la Pluma.
Solicito que se aumente el salario mínimo y dijo que en algunos casos lo haría por decisión ejecutiva, “Estados Unidos no se queda paralizado y yo tampoco lo haré”, dijo en el discurso, y amenazo al estilo de los viejos dictadores, “así que cada vez que pueda tomar medidas sin legislación para ampliar las oportunidades para más familias estadounidenses, eso es lo que voy a hacer”, agregó.
El presidente Barack Obama pidió nuevamente al Congreso aprobar este año una reforma migratoria, que regularice la situación de los 11 millones de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos.
En su discurso anual del Estado de la Unión, Obama afirmó frente a los legisladores que “es tiempo de prestar atención al llamado de los líderes empresariales, sindicales, religiosos y las autoridades, y componer nuestro roto sistema migratorio”.
“Así que hagamos la reforma migratoria este año”, afirmó el mandatario en su discurso, en el que llamó a los congresistas demócratas y republicanos a hacer de 2014 un “año de acción” y lograr “avances juntos”.
Ya en su discurso del año pasado, el mandatario había pedido a los legisladores aprobar en “los próximos meses” una reforma migratoria, pero las esperanzas no llegaron lejos.
Esta semana, los parlamentarios del partido Republicano participarán de una jornada de reflexión y discusión interna, para buscar definir una posición unitaria sobre la reforma migratoria en Estados Unidos, antes de las elecciones legislativas de noviembre.
Sin embargo lo que no dijo Obama es que ha sido el gobierno que mas ha deportado a ilegales, la Policía de Inmigración y Control de Aduanas asegura que deportó a 409.849 individuos en el año fiscal 2012, durante un periodo de 10 meses que empezó en noviembre del 2011, el gobierno revisó 407.329 casos pendientes en las cortes de inmigración e identificó sólo a 27.144 como candidatos a que sus casos fueran cerrados bajo la nueva política. Esos casos incluían a inmigrantes detenidos y no detenidos. De los aproximadamente 27.000 no detenidos, unos 6.300 inmigrantes rechazaron la cancelación de su deportación para batallar su caso en las cortes de inmigración e intentar lograr así un estatus legal, con permiso de trabajo incluido.