• Mientras declaran culpable al alcalde de Hialeah, absuelven a Eddy González
MIAMI 16 DE ENERO DE 2015, nhr.com—Las dos últimas decisiones de la llamada Comisión de Ética del Condado Miami Dade levantan sospechas de lo que muchos en el pasado han definido como “conductas sospechosas”, y la acusan de estar al servicio de la “conveniencia de algún poder oculto”.
En la primera nos referimos a la decisión de investigar y llegar a la conclusión de acusar al alcalde de Hialeah Carlos Hernández de violación de las reglas de ética por supuestamente haber mentido en declaraciones sobre un préstamo que le hizo al estafador de Hialeah, Luis Felipe Pérez, quien robó millones de dólares a personalidades de la política y el mundo social de Miami en un fraude piramidal, en la que según nuestras fuentes hasta la fiscal Katty Fernández Rundel participó, aunque nunca fue señalada públicamente en los encausamientos contra Felipito.
Fue en el 2011 y durante su campaña por la alcaldía de Hialeah, que Hernández negó haber cobrado intereses del 36 por ciento sobre el préstamo que hizo a Felipito, sin embargo durante el juicio que se le siguió al ex alcalde Julio Robaina, Hernández reconoció que había aceptado pagos mensuales por un 36%.
Hernández que realmente es una de las victimas de Felipito, alega que “la Comisión de Ética no nada más que una unidad política y tienen que justificar el uso que le dan a los casi dos millones de dólares del dinero público que emplean en sus altos salarios”.
Aparentemente está clara la observación del alcalde Hernández.
En otra investigación, hecha por la llamada Comisión de Ética de Miami Dade y donde habían evidencias de violaciones y hasta una declaración del investigado, dejaba claramente la falta de ética, pero en este caso no hubo acusaciones.
Se trata de la pesquisa contra el ex representante y ex candidato a la oficina del Tasador público, Eddy González, intimo amigo del alcalde Carlos Giménez y de algunos de los comisionados, en este caso, la Comisión de Ética no encontró suficiente causa probable sobre la denuncia realizada contra él, por el Tasador de la Propiedad Pedro García, quien luego ganó esa contienda fácilmente con un alto por ciento de los votos.
García durante la campaña por el puesto de Tasador Público de Miami Dade había denunciado que González quebrantó la Ordenanza de prácticas obligatorias al mentir en algunos anuncios políticos donde declaraba que Pedro Garcia durante su primer mandato como Tasador de la Propiedad, pagó un salario de $400,000 a un empleado que nunca iba a trabajar.
La cifra de $400,000 dólares correspondieron a cuatro años de salario y beneficios para un empleado que también era representante del sindicato designado y quien trabajó para el gremio pagado con el dinero público, era uno de 40 empleados del condado que tenían licencia para trabajar en labores de la unión sindical y García nada podía hacer para evitarlo.
Pero sin embargo la llamada Comisión de Ética NO encontró violación por parte de González, el miércoles, se dio a conocer el resultado de la pesquisa, “La investigación demuestra que los anuncios fueron engañosos, pero no expresaban, odio, desprecio, o puesto en ridículo o herido a García en su negocio u ocupación como señala las reglas de ética para que haya una violación”, dice la Comisión en su veredicto, y añade, “González recibirá una carta de instrucciones y asesoramiento para evitar publicidad política engañosa similar si el decidiera postularse de nuevo para otro escaño”.
“No cabe duda que le tiraron la toalla a Eddy”, nos dijo anoche un funcionario del condado contactado por nelsonhortareporta.com.
Sin embargo aparentemente la Comisión de Ética, liderada por Joseph Centorino desconoce el significado de sus propias palabras:
odio. (Del lat. odĭum).1. m. Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea.
desprecio.1. m. Der. Circunstancia que puede ser agravante, motivada por la dignidad, edad o sexo de la víctima.
ridículo. 1. loc. adv. Expuesto a la burla o al menosprecio de las gentes, sea o no con razón justificada. Estar, poner, quedar en ridículo.
Herir. Ofensa, agravio.
Estas son solamente dos de las muchas violaciones de la “Ética investigativa”, de la llamada Comisión de Ética de Miami Dade, que en el primero de los casos acusa a una víctima del estafador Felipito y que bajo juramento no mintió, y no acusa quien durante una campaña política pone en ridículo a su contrincante con publicidad engañosa.