• Pero qué significa eso para la dictadura cubana
MIAMI 15 DE ABRIL DE 2015, nhr.com—Ayer el presidente Barack Obama, levanto una de las más hirientes políticas para el Gobierno cubano, tras comunicar al congreso su propósito de retirar al régimen de la lista de países patrocinadores de terrorismo confeccionada anualmente por el Departamento de Estado.
Pero ¿Qué significaría para la dictadura cubana estar fuera de la lista de Estados que apoyan el terrorismo?
A menudo se cita la multa gigante de 8.900 millones de dólares (8.400 millones de euros) que EEUU impuso al mayor banco francés, BNP Paribas, como un ejemplo de a lo que se exponen las instituciones financieras que realizan transacciones con Cuba, pero eso es falso.
La verdad es que BNP Paribas fue sancionado por haber hecho negocios con Sudán, sobre todo, pero también con Irán y con Cuba. Pero el argumento legal para penalizarlo fue la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 y la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917. El hecho de que Sudán sea un Estado patrocinador del terrorismo no es usado como argumento en la decisión del Departamento de Justicia de imponer la multa.
De acuerdo con la experta en economía cubana Barbara Koschwar, del Instituto Peterson para la Economía Internacional, “la eliminación del gobierno cubano de esa lista permitirá a las instituciones multilaterales -como el Banco Mundial, el FMI o el Banco Interamericano de Desarrollo- prestar dinero a Cuba. Pero no está claro que Cuba tenga mucho interés en entrar en esos organismos, salvo que se produzca un colapso de la economía de Venezuela. De hecho, la mayor parte de las restricciones de los bancos de Estados Unidos a operar en Cuba proceden de la Ley Helms-Burton de 1996, no de la lista de Estados que apoyan el terrorismo”.
Y es que estar en la lista de Estados que apoyan al terrorismo no implica sanciones para las instituciones financieras que operan en ellos, pero sí puede combinarse con otras medidas para llevar a cabo sanciones.
Por ejemplo, si la dictadura deja la lista, los diplomáticos cubanos en Washington van a poder abrir cuentas en los bancos de esa ciudad. Hace un año que la última entidad que les daba servicios financieros se negó a hacerlo. Pero eso no se debe estrictamente a la lista de patrocinadores del terrorismo, sino al efecto combinado de la presencia en esa lista y de las disposiciones de la Ley Patriota (Patriot Act), creada tras los atentados del 11-S.
Pero estar en la lista no ha impedido al gobierno cubano recibir cientos de millones de dólares de Brasil para crear un puerto de aguas profundas en Mariel que sirva de escala a los barcos que crucen la ampliación del Canal de Panamá o el futuro (e incierto) Canal de Nicaragua. Los Castro son muy buenos haciéndose las victimas. Llevan casi seis décadas haciéndolo. Y no les quepa duda de que tras la lista de Estados que apoyan al terrorismo irán sacando una lista interminable de agravios, quejas y demandas.
En realidad, los problemas que impiden que los bancos de EEUU operen en Cuba son otras. EEUU todavía no reconoce contrapartes cubanas para transacciones con tarjetas de crédito. Eso es algo fundamental. Como también lo es la falta de regulación, la corrupción y la discrecionalidad de las autoridades en Cuba. Todos esos factores cuentan tanto o más que la presencia de La Habana en la lista de Estados que apoyan el terrorismo.
Sin embargo, el gobierno comunista cubano no debe comenzar a celebrar, ya que esta decisión del presidente Obama, debe pasar ahora por el Congreso y el Senado, para que el gobierno dictatorial pueda estar fuera de esa lista.