MIAMI 22 DE SEPTIEMBRE DE 2015, nhr.com—Por primera vez, Estados Unidos podría estar dispuesto a aceptar una condena de Naciones Unidas al embargo comercial del país contra el régimen de Cuba sin presentar batalla, según hemos podido conocer. Funcionarios estadounidenses dijeron a periodistas de la Prensa Asociada que el gobierno del presidente Barack Obama está valorando abstenerse en la votación anual de la Asamblea General de la ONU sobre la resolución presentada por Cuba exigiendo el levantamiento de embargo. El voto podría celebrarse el próximo mes. Todavía no se ha tomado una decisión al respecto, dijeron cuatro funcionarios del ejecutivo que no estaban autorizados a hablar en público sobre asuntos internos delicados y reclamaron anonimato. Pero la simple consideración de la abstención es un hecho sin precedentes. Seguir adelante con la idea sacudiría tanto Naciones Unidas como al Congreso en Washington. Es inaudito que un estado miembro de la ONU no se oponga a una resolución crítica con sus propias leyes. Y, de no oponerse activamente a la resolución, Washington estaría aliándose de facto con el ente internacional en contra de su propio Congreso, que ha rechazado levantar el embargo a pesar de los llamados del presidente Obama para hacerlo.
Y esto debe ser considerado una traición a la Patria. Obama ha instado al Congreso a derogar el embargo establecido hace 54 años desde el pasado diciembre, cuando anunció que Washington y La Habana normalizarían sus relaciones diplomáticas. Los dos países reabrieron sus embajadas en territorio contrario el mes pasado y Obama ha aliviado las limitaciones sobre el comercio y los viajes a la isla en virtud de sus poderes presidenciales. Pero el embargo se mantiene en vigor.
Creemos que ni el mismo Obama sabe para qué fue impuesto este embargo, contrario a lo que en los últimos 55 años el régimen a pregonado, el embargo no fue aprobado para derrocar al gobierno comunista, sino en represalia por el robo de millones y hoy billones de dólares de las empresas norteamericanas en Cuba a raíz de que Fidel Castro se apoderara del gobierno. El último alivio de las sanciones se produjo el viernes y estuvo seguido de una rara conversación telefónica entre Obama y el general cubano, Raúl Castro. El papa Francisco, quien jugó un papel clave en el acercamiento entre las dos naciones, llegó a la capital insular un día más tarde y viajará a Estados Unidos esta semana. La Casa Blanca dijo que Obama y Castro discutieron “los pasos que Estados Unidos y Cuba pueden tomar, juntos e individualmente, para avanzar en la cooperación bilateral”. El gobierno comunista cubano dijo que Castro “hizo hincapié en la necesidad de expandir su ámbito de aplicación y derogar, de una vez por todas, la política de bloqueo para beneficio de ambos pueblos”. Ninguno de los comunicados mencionó la votación en Naciones Unidos. Sin embargo, y al igual que durante los últimos 23 años, Cuba presentará una resolución en la próxima Asamblea General criticando el embargo y pidiendo su final.