• La socialista demócrata alcaldesa de San Juan critica al presidente en vez de asumir sus responsabilidades.
• La Agencia de Servicios Generales (ASG) investigará porque aceptaron una mercancía que no podían manejar.
• La ASG, confirman que las botellas de agua halladas abandonadas les pertenecen.
MIAMI 14 DE SEPTIEMBRE DEL 2018, nhr.com—Mientras la socialista alcaldesa de San Juan, Yulin Cruz acusa al presidente Donald Trump de fallar en la ayuda a la isla después del paso del huracán Maria el pasado anio, ahora se conoce de un escandaloso caso de SUPER NEGLIGENCIA de las autoridades de Puerto Rico de la que la alcaldesa tiene parte de culpa.
Millones de dólares en cajas de aguas han permanecido en la pista de un viejo aeropuerto en la localidad de La Ceiba y que aparentemente se han contaminado y ahora nadie tiene la culpa, y no tardará la propia alcaldesa en culpar a Donald Trump por la negligencia.
En las últimas horas el presidente Trump y la alcaldesa han sostenido un agrio intercambio de declaraciones después que el mandatario estadounidense ha negado que fueron 3,000 muertos los que ocasionó el paso de María por Puerto Rico.
“Si él piensa que la muerte de 3,000 personas es un éxito, que Dios nos ayude”, indicó ayer también por Twitter la alcaldesa de San Juan.
Sin embargo Trump quien ha acusado a la alcaldesa de “incompetente”, señala que después del paso de María y en su visita a la isla, habían cálculos de entre 9 y 18 muertos, pero luego la alcaldesa Cruz que fue la voz de Puerto Rico que desde el principio de la emergencia en la isla dio la alerta en EE.UU. de que ante la falta de suministros, transportación y electricidad, había gente muriendo, se hizo un estudio de la Universidad George Washington, solicitado y acogido por el gobierno de Puerto Rico, estimó el mes pasado que fueron 2,975 las muertes a causa del huracán María, cifras que otras autoridades puertorriqueñas niega que ocurriera.
Y en medio de esta discusión, surge el caso del agua abandonada y no usada para los puertorriqueños afectados.
Las miles de botellas de agua acumuladas en la pista del aeropuerto José Aponte de la Torre, en la antigua base naval Roosevelt Roads de Ceiba, están valoradas en $22 millones, reveló esta mañana el secretario de Seguridad Pública, Héctor Pesquera.
Ahora se dice y que, el agua tienen un mal olor y sabor.
“Para dar un número más correcto, $22,259,000”, detalló Pesquera en entrevista una una radio de San Juan el se refirió al costo en el mercado de los 20,833 palets de botellas de agua que se encuentran almacenadas bajo el sol y que el gobierno recibió el 30 de mayo para ser repartidas.
¿Pero si estaban en mal estado, porque no se notifico de inmediato a FEMA”, dicen los críticos a esta negligencia.
Pesquera informó que el gobierno se dispone a entregar a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) toda la mercancía para que sea decomisada.
La Administracion de Servicios Generales (ASG) “envió una carta o está en proceso de enviar una carta a FEMA diciéndole que esa agua en ningún momento la deberían poner a disposición de nadie si estaba en la pista, sabe Dios hace cuántos meses”.
La controversia con las botellas surgió el martes pasado, cuando el periodista norteamericano, David Begnaud (CBS News en Dallas), compartió imágenes en su cuenta de Twitter en las que indicó que el agua le pertenecía a FEMA y le había sido entregada al gobierno de Puerto Rico para repartirla a la población.
En las imágenes se pueden ver miles de botellas de agua en el terreno que pertenece al aeropuerto de Ceiba. Han permanecido ahí desde hace un año.
Ayer, el director de ASG, Ottmar Chávez, aceptó que un empleado de carrera solicitó el agua luego de que FEMA lanzara en su sitio web una convocatoria.
“Esas aguas se reclamaron en mayo de 2017 para entregarla a los municipios, agencias y diversas entidades”, indicó Chávez en declaraciones escritas.
Ayer, Pesquera reconoció que había sido un error del gobierno de Puerto Rico haber aceptado esta agua.
“Nosotros entendemos que en el momento que se nos dio y de la forma que se nos dio era inapropiada. Nunca la debíamos haber recogido. Admito eso, que ASG, en un error de apreciación… Pero eso no quita que el agua estuviera allí una serie de meses que no sabemos”, sostuvo.
De paso, reveló que actualmente el agua no está cubierta con toldos.
“Ahí no hay ningún toldo encima de ellas. El agua está en el piso, a la intemperie”.
Comentó que las botellas deben decomisarse y que eso será problema de FEMA, no del gobierno.
Según el director de la Administración de Servicios Generales (ASG), Ottmar Chávez, las botellas de agua se reclamaron en mayo para entregarlas a los municipios, agencias y diversas entidades. Sin embargo, tras haber entregado más de 700 paletas, ASG recibió diversas quejas sobre el olor y sabor del agua.
“Ante esto, hemos estado en contacto con FEMA y el Departamento de Salud para realizarle pruebas de agua al inventario recibido de la agencia federal. Vamos a devolver esas aguas al inventario del US GSA”, indicó.
Cabe destacar que el ex administrador de esta agencia, Miguel Encarnación Correa, es investigado por el Departamento de Justicia por compras que se hicieron durante la emergencia que dejó el huracán en la Isla.
Desde la isla del encanto se acusa y critica al gobierno de Estados Unidos, y en juego están perdidos más de $22,000,000 de dólares, como se dice en cubano, la culpa siempre la tiene el Totí, mientras tanto se debe ordenar una investigación al Departamento de Justicia para buscar a los responsables de esta negligencia o CRIMEN.