MIAMI 20 DE NOVIEMBRE DE 2018, nhr.com— Un juez federal en San Francisco la noche del lunes bloqueó las nuevas reglas puestas en marcha impuestas por el Presidente Donald Trump que limitan la capacidad de los migrantes para solicitar asilo, sin dudas un golpe legal a los esfuerzos de la administración para frenar la inmigración legal que abre la puerta a más miembros de la caravana de migrantes a solicitar asilo en los Estados Unidos
El juez de distrito de Estados Unidos, Jon Tigar, nombrado por el ex presidente Barck Obama, dictaminó que la nueva política de la administración de cortar el asilo a los migrantes que ingresan al país ilegalmente parece ser un conflicto de la ley estadounidense que específicamente les permite hacerlo.
La ley de inmigración y nacionalidad de 1965 declara que cualquier extranjero que llegue a los Estados Unidos, “sea o no en un puerto designado de llegada, “puede solicitar asilo”, Pero el 9 de noviembre, Trump intentó anular esa ley, firmando una proclamación presidencial que terminaba con la capacidad de los migrantes de solicitar asilo si entraban ilegalmente en el país.
“La regla que prohíbe el asilo para los inmigrantes que ingresan al país fuera de un puerto de entrada es un conflictos irreconciliables con las leyes de inmigración y la intención expresa del Congreso”, escribió Tigar, quien repetimos fue nombrado por el ex presidente Barack Obama, el juez agregoo, “cualquiera que sea el alcance de la autoridad del Presidente, no puede reescribir las leyes de inmigración para imponer una condición que el Congreso ha prohibido expresamente”.
Tigar emitió una orden de restricción temporal, lo que significa que la administración está prohibida de hacer cumplir las nuevas reglas hasta que el caso judicial proceda el 19 de diciembre.
El Departamento de justicia puede apelar el fallo. Pero a medida que el proceso legal avanza, la sentencia podría tener un impacto inmediato en los miembros de la caravana de migrantes que se están reuniendo en Tijuana para tratar de entrar en los Estados Unidos.
En Tijuana los residentes no los quieren y están solicitando al gobierno que deporte a los más de 4,000 migrantes a su país.
El asilo es una forma de protección otorgada a las personas que temen la persecución en sus países de origen basándose en su raza, religión, nacionalidad, membrecía en un grupo social particular o en su opinión política. De 2000 a 2016, los Estados Unidos otorgaron asilo a un promedio de 26.651 extranjeros al año, según datos del Departamento de seguridad nacional.
Los miembros de la caravana no son elegibles para obtener asilo político en Estados Unidos, puesto que ellos entraron a México procedentes de sus respectivos países centroamericanos, México les ofreció asilo y ellos se negaron.