MIAMI 4 DE MARZO DE 2019, —Funcionarios mexicanos están llevando a cabo programa de inmigración de la administración de Trump en amplios tramos de la frontera, socavando las promesas del gobierno mexicano para defender a los migrantes y apoyar su búsqueda de una vida mejor.
Las autoridades mexicanas están bloqueando a los grupos de migrantes en ciudades fronterizas, negándose a permitir el cruce a puentes internacionales y a solicitar asilo en los Estados Unidos, interceptando a menores antes de que puedan llegar a suelo estadounidense y ayudando a gestionar listas de los solicitantes de asilo en nombre de las autoridades estadounidenses para limitar el número de personas que cruzan la frontera.
Rompiendo con décadas de práctica de asilo, el gobierno mexicano también ha permitido a la administración Trump enviar más de 120 hombres, mujeres y niños a Tijuana mientras esperan decisiones sobre sus solicitudes de asilo en los Estados Unidos. El programa podría ampliarse a otros cruces fronterizos tan pronto como esta semana. Los funcionarios dentro de la administración del nuevo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, han llamado su postura sobre los migrantes una decisión estratégica de no enfadar al Presidente Trump.
No cree que pueda cambiar la mente del Presidente Trump, sostienen. Además, los funcionarios afirman que López Obrador no ha querido poner en peligro otros aspectos de la relación profundamente interconectada entre los dos países, desde la elaboración de acuerdos comerciales regionales hasta el intercambio de información sobre seguridad fronteriza, delincuencia transnacional y el terrorismo.
Así que ha evitado una contusión y una lucha pública potencialmente costosa sobre el tema.
Un defensor de toda la vida de los pobres, el presidente López Obrador, a menudo se refiere a sus planes para México como una gran transformación, poniendo sus ambiciones para la nación a la par con los de sus grandes líderes.
También ha reducido enormemente el número de migrantes centroamericanos que México deporta de su tierra.
Pero no todo se ha transformado.
La prueba a es los protocolos de protección de los migrantes, la política de la administración Trump para exigir que los solicitantes de asilo permanezcan en el lado mexicano de la frontera mientras esperan decisiones sobre su destino.
Los grupos de derechos sostienen que vuelca a los migrantes en un México cada vez más violento y perjudica su acceso a asesoría legal y apoyo familiar en los Estados Unidos.
La administración del Sr. López Obrador, que entró en el cargo diciendo que no cooperaría con la agenda anti-inmigración del Sr. Trump, ha ido junto con ella en varios frentes, incluyendo la aceptación de mujeres y niños a pesar de las promesas anteriores de tomar sólo hombres adultos solicitantes de asilo.
El gobierno mexicano argumentó que la política que exigía que los solicitantes de asilo esperara en México les fue impuesta por los Estados Unidos y convino por razones humanitarias.
También es cierto que para el Sr. López Obrador, renunciar a algunas de las exigencias de la frontera del Sr. Trump y raramente decir una palabra contra el presidente estadounidense en sus reuniones de prensa diarias lleva poco costo político en casa.