MIAMI 8 DE MAYO DE 2019, — “Del tingo al tango, así nos traen”, exclama un ciudadano cubano que salió de las oficinas de regularización migratoria tras una larga espera que duró 45 días y 15 horas.
Cientos de cubanos y centroamericanos permanecen afuera de las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula, atentos al llamado que hace un agente con una bocina en mano.
De poco a poco ingresan a las instalaciones que en la última semana fueron “blindadas” por elementos de la Policía Federal y bloqueadas a los ojos de cualquier persona que quiera observar el procedimiento que allí adentro se realiza.
A los extranjeros y a la prensa no le permiten si quiera rozar el portón del complejo federal. “Es por cuestiones de seguridad”, argumentan los oficiales ataviados en un chaleco fosforescente.
Los migrantes ingresan por la puerta delantera a tramitar lo que ellos esperan sea un permiso de salida, “salvoconducto”, como coloquialmente se le ha denominado, pero al entrevistarse con los elementos del INM su rostro se desencaja y lo que pensaban sería el fin de la larga espera, se convierte en una pausa de coraje y decepción.
Ya adentro, los oficiales les indican a los cubanos, principalmente, que tienen que acudir a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados(Comar), a unos siete kilómetros de donde se encuentran, para tramitar una solicitud de refugio y seguir con el procedimiento. Entonces salen por la puerta trasera, la que colinda con la colonia Las Vegas, un asentamiento de casas tranquilo y solitario que les impedirá levantar la voz y alborotar a los que aún esperan ilusionados su papel que les permita el libre tránsito por México.
Para “Octavio”, uno de los tantos isleños que espera el trámite de pase de salida, no hay más opción que iniciar el viaje sin el permiso correspondiente. “Ya no tengo más dinero, se me acabó la plata y Migración solo nos está viendo la cara, nos hicieron esperar tanto para esto, yo no quiero quedarme en este país y me están obligando a hacerlo, yo me largo”, acusa indignado.
Para el activista y defensor de migrantes, Luis Villagrán, la postura del INM se trata de una estrategia de simulación que ofrece ayuda integral a los extranjeros, cuando en realidad únicamente los engañan con la promesa de permisos pero en realidad buscan retenerlos en esta parte del país.
“Es una estrategia del gobierno, a cubanos no les permiten el paso y lo único que están haciendo es entretenerlos, que más evidencia que lo ocurrido con estos permisos que ahora los tienen que convertir en peticiones de refugio”, señaló.
Cubanos no cumplen requisitos: INM El INM informó que las personas originarias de Cuba que están en Tapachula y que solicitan su regularización en el país, no tienen la posibilidad formal de cubrir los requisitos que establece la legislación de migración mexicana para obtener una Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias, salvo que se justifique el carácter humanitario.
“En todos los casos, se les ha proporcionado con claridad esta información e invitado a no utilizar tramitadores o intermediarios que pueden engañarles con falsas expectativas, esto es que les ofrezcan el tránsito o condición de estancia regular en el país”, señala la dependencia federal.
Hasta ahora, según las autoridades, han sido atendidas 774 personas entre cubanas y centroamericanas, pero la lista es larga y la espera poco alentadora en una región donde el calor fulmina.
