MIAMI 3 DE JUNIO DE 2021, NHR.com—La crisis creada en la Frontera sur de Estados Unidos por la administración Biden, después que el presidente Donald Trump había pacificado esa zona, a ayudado a los criminales a llenar sus bolcillos de “plata” por concepto de trafico humano, drogas y sobornos.
Los actos de corrupción y robo en el Instituto Nacional de Migración (INM), continúan siendo denunciados, mientras que miles de migrantes de diversas nacionalidades pululan en espacios públicos en diversos puntos de la frontera sur de México.
El principal problema, según denuncias de inmigrantes, es la presunta corrupción existente en Inmigración, pues les siguen poniendo trabas y los obligan a pagar sobornos para obtener la visa humanitaria de estancia en el país.
Ante ese escenario, la Ciudad de Tapachula se sigue convirtiendo en un gigantesco albergue, dice un artículo del periódico el Orbe.
Nayeli, una inmigrante cubana, en una entrevista al mismo rotativo EL ORBE, narró que llegó a territorio mexicano desde hace seis meses, y para regularizar su situación migratoria y obtener su visa humanitaria acudió a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), y de ahí la mandaron a las oficinas de Migración, donde le dieron largas y no le daban la tan ansiada cita, requisito obligatorio para la entrevista a los inmigrantes y revisión de documentación.
“En Inmigración no me daban nada, no me daban cita, acudía constantemente a solicitar información y no resolvía nada”, explicó la cubana.
Debido a su insistencia, en una visita que hizo ante la institución, se le acercó una persona, quien le dijo que trabajaba directamente con el personal de inmigración, en las oficinas, con una funcionaria de nombre Claudia.
Ahí mismo, el supuesto empleado le explicó que tenía que pagar “cinco mil pesos mejicanos”, para que le pudieran resolver su trámite, pero que tenía que acudir a un ciber que se encuentra en las afueras de inmigración, lo cual hizo como le indicaron y logró obtener su cita de manera inmediata, y después de otros pagos más fuertes obtuvo su documentación (visa humanitaria).
Nayeli asegura que viajó a México con un grupo de cubanos, pero muchos no tienen para pagar y se están quedando a vivir en Tapachula, “lo mismo pasan miles de extranjeros originarios de otros países”, dijo.
“En mi caso, tuve que pedir ayuda a mi familia en los Estados Unidos, esa es la realidad que vivimos los extranjeros aquí, porque pasa el tiempo y se queda uno aquí”, apuntó.
Nayeli agrega que “según algunos organismos no gubernamentales, en esta región de la frontera sur de México hay un promedio de 60 mil inmigrantes varados”.
FUENTE: EL ORBE Ernesto López Quinteros