MIAMI 24 DE AGOSTO DE 2021, nhr.com—Cuando escuchamos a Joe Biden pedir a las empresas privadas que le exijan a sus empleados vacunarse, nos recuerda cuando en Cuba y Venezuela los gobernantes aplican presión a los empresarios para que obedezcan, esto no es Cuba ni es Venezuela.
Ayer el presidente Joe Biden instó a las empresas privadas a exigir a sus empleados que se vacunen contra el COVID-19, horas después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), otorgara la aprobación total a la vacuna de dos fases de Pfizer-BionTech para personas de 16 años en adelante.
“Hago un llamado a más empresas del sector privado para que aumenten los requisitos de vacunación”, dijo Biden ayer lunes en la Casa Blanca.
Biden dijo que estaba pidiendo a las empresas que “intensifiquen los requisitos de vacunas que llegarán a millones de personas más”.
Creemos que la vacuna contra el COVID-19 es necesaria, incluso si no funciona como ha pasado con miles de vacunados que se han contagiado, yo fui uno de los primeros en vacunarse, pero de eso a presionar exigir vacunarse, creo que el gobierno se excede en sus opiniones, la vacunación es una decisión personal, y el gobierno no se debe entrometer en esas decisiones.
El presidente había expresado anteriormente su apoyo a los requisitos de vacunas en los lugares de trabajo, pero su mensaje de este lunes marcó un llamado más directo, más dictatorial, pidiendo a los empleadores privados para que desempeñen un papel más importante en el aumento de la tasa de vacunación en EEUU.
Durante el verano, una presunta ola de nuevos casos surgió en EE.UU. impulsada por la variante Delta que se alega es más contagiosa. El aumento de casos generó preocupación por la recuperación económica de EE.UU. y llevó a la Casa Blanca a ampliar sus esfuerzos para persuadir a los no vacunados de que se vacunen.
El viernes, EE.UU. registró un presunto récord de 319,000 nuevos casos, mientras que las muertes también aumentaron a aproximadamente 1,000 por día. Aproximadamente 60,2% de los estadounidenses elegibles, de 12 años en adelante, están completamente vacunados, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC. El 71% tiene al menos una dosis.