EN PELIGRO LA PRÓXIMA CAMPAÑA BEISBOLERA EN CUBA, después de la deserción de mas de una docena de peloteros en México

MIAMI 14 DE OCTUBRE DE 2021, nhr.com— Después de los escándalos por las fugas de más de la mitad de los peloteros cubanos en la Copa Mundial de beisbol para menores de 23 años en México y a poco más de un mes de incursionar en los Juegos Panamericanos Junior con un equipo renovado de la misma categoría, el presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), Osvaldo Vento, aseguró que el 22 de enero próximo comenzará la campaña beisbolera en la Isla.

Aunque otros funcionarios dicen que seria un desastre esta temporada será un desastre total.

Los atletas cubanos tienen una larga historia de desertar cuando compiten en el extranjero.

Muchos jugadores de béisbol abandonan Cuba para inscribirse en clubes de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) en EE.UU., ya que las tensas relaciones entre ambos países les impiden participar en un proceso de contratación regular.

“En noviembre próximo deben concentrarse las preselecciones provinciales de cada territorio para comenzar los entrenamientos previos al inicio de la Serie Nacional de Beisbol”, dijo el directivo en Guantánamo, durante un recorrido que llevan a cabo los máximos dirigentes de esa entidad por varios territorios.

El anuncio fue bien acogido por la fanaticada beisbolera, deseosa de su “pan y circo” en medio de la caótica situación económica que se está viviendo en Cuba y bajo la amenaza de un estallido social en cualquier momento, como ocurrió el pasado 11 de julio.

Precisamente aquellas manifestaciones populares, algo insólito en más de 60 años de revolución comunista, movieron los cimientos de un Gobierno al que desde ese momento no le ha quedado más remedio que meter la mano en las arcas para tratar de dar una imagen de preocupación por los problemas sociales de sus ciudadanos, pero temeroso de nuevos disturbios.

Lo increible es que el régimen cubano ha culpado al expresidene Donald Trump de esta masiva huida de sus peloteros.

Por ello, el mayor y más costoso espectáculo deportivo del país arrancará sus acciones bajo el mando de un nuevo comisionado nacional que ha jurado “continuidad”, pero que comienza a ejercer su cargo con una espada de Damocles sobre su cabeza: el reto que implica que el beisbol sea proclamado Patrimonio Cultural de la nación el próximo 19 de octubre.

Desde hace bastante tiempo Cuba funciona como una aldea primitiva y el béisbol no queda fuera de este impacto.

Al no existir planificación de la economía, porque es a diario cuando van apareciendo las materias primas, los recursos y todo el avituallamiento que necesita un país para funcionar decentemente, los cubanos “cazadores” y “recolectores” salen en la mañana sin garantías de que al concluir el día tendrán alimento sobre la mesa.

Por ello la calidad y el normal funcionamiento de la próxima Serie Nacional es una incógnita. Los peloteros lo saben y esa es una de las múltiples razones por las que prefieren probar suerte en otras tierras o están solicitando la baja de sus equipos, como ha venido sucediendo en los últimos días con la deserción de mas de 12 miembros del equipo cubano que fue a jugar al Mundial de Béisbol sub 23 años, en Mexico.

La cantidad de jóvenes que tendrán que quemar etapas para asumir roles decisivos en sus equipos, la falta de motivación por los bajos salarios, la alimentación deficiente, los partidos diurnos, los largos viajes por carreteras destruidas y miles de problemas más que siempre han existido, pero que ahora se acrecientan, sin dudas estremecerán el campeonato que está por venir y seguirán hundiendo en el lodo el deporte nacional.