MIAMI 9 DE MAYO DE 2022, nhr.com—Esta mañana se está denunciando desde México que tres de cada diez mujeres migrantes que tienen abarrotado el Albergue Diocesano Belén, en Chiapa, ya están embarazadas con bebés que son “mexicanos” en potencia y que, de nacer en breve en territorio nacional, serán miles de personas con los mismos derechos que el resto que los oriundos de la nación, e incluso en su momento podrán votar o hasta ser autoridades.
“Las migrantes que ingresan a México por la frontera sur, ya sean madres solteras o embarazadas, corren altos riesgos, ya que muchas de ellas han sido golpeadas en el camino, otras sufren enfermedades crónicas y no faltan aquellas que en sus respectivos países de origen sufrieron alguna esclavitud”, así lo expresó en entrevista con el rotativo EL ORBE, Cesar Augusto Cañaveral Pérez, director de ese albergue.
Aseguró que un promedio de 400 personas extranjeras es atendidas cada día en esas instalaciones, una cifra que tienen muchos meses que no se ha reducido, porque se van unos y llegan muchos más.
Comentó que las personas que nunca se habían visto así en el éxodo, son de Venezuela y de Nicaragua que por cuestiones políticas huyen de su país, lo que antes era una minoría y no se veía la presencia de esas personas.
En torno a las mujeres, indicó que están llegando solas, con pareja y en otras ocasiones en familias completas, pero 30 por ciento de ellas ya están embarazadas.
“Los riesgos para una mujer migrante es bastante crítico, sobre todo por la cuestión que se vive actualmente en México, o sea de donde salen y a que vienen a enfrentarse”, opinó al recalcar que con la visa humanitaria que les da el gobierno ellas siguen su trayectoria, aunque eso no les garantiza estar libre de los peligros en el camino.
Comento que con la problemática actual que se vive en El Salvador, las personas de ese lugar están entrando por miles a la ciudad. Sin embargo, muchos de ellos son de aldeas o zonas agrícolas, porque lo que está haciendo el Gobierno de ese país, es atrapar a delincuentes de la capital y muchos de ellos están despojando a estas personas campesinas y son ellos que por temor a ser víctimas han comenzado a huir de los maras.
FUENTES: EL ORBE / Nelson Bautista