MIAMI 19 DE JUNIO DE 2023, nhr.com—Nunca he disfrutado un articulo de la columnista del Miami Herald , Fabiola Santiago, como el publicado el sábado al que tituló: Fabiola Santiago: Always the con man, Trump didn’t pay for anyone’s meal at Versailles like he promised, Que traducido al castellano es algo así como (Siempre el embaucador, Trump no pagó la comida de nadie en Versalles como prometió.
Fabiola comienza su “articulito” diciendo; Los cubanoamericanos que no apoyan al impopular expresidente Donald Trump —y somos muchos— estamos disgustados y furiosos con su anfitrión posterior a la lectura de cargos, el histórico restaurante-panadería Versailles.
El odio que expresa Fabiola en su articulo contra el presidente Donald Trump y sus millones de simpatizantes es el mismo que sienten por ella los millones de simpatizantes de Trump, y están gozando en ver lo disgustada y furiosa que esta ella y los demás demócratas liberales que no lo apoyan, pero dice que están furiosos con el histórico restaurante-panadería Versallles, pero no dejan de ir a tomarse el cortadito o los ricos pastelitos.
Fabiola llama impopular a Trump, wow, ¿impopular un presidente que obtuvo millones de votos en unas elecciones calificadas de “manipuladas por el FBI y los demócratas liberales?”, eso es vergonzoso.
Ella dice que en las redes sociales los demócratas han calificado de algo “modesto la forma obsequiosa en que los republicanos de Miami abrazaron a Trump, le cantaron feliz cumpleaños y organizaron un circulo de oración, como si hubiera regresado de una guerra y no de una acusación federal”.
Esta ultima parte, una verdad y una mentira, realmente Trump regresaba de una guerra, contra un fiscal nada justo y donante del partido demócrata y con una esposa que es super enemiga de Trump y todos sabemos el viejo adagio de “más ala una Pa—ya que una yunta de bueyes”. Y la Mentira, es que una acusación (encausamiento) es las presuntas ofensas que un fiscal reúne y le presenta a un grupo de ciudadanos a su manera de tal forma que siempre consiga una acusación, y recuerden que en esta Trump no tiene que demostrar nada, sino el liberal Smith el que debe demostrar la culpabilidad del presunto acusado, además recuerda que Trump es inocente hasta que no demuestren que es culpable.
Y nos seguimos riendo y gozando la amargura de Fabiola al quejarse de lo “desgarrador de ver que el icónico lugar de reunión para los exiliados se convirtió en el escenario para que Trump limpiara su imagen”, y dice que, “después de haber sido fichado y tomado las huellas dactilares por 37 delitos graves de supuesta conducta ilícita y traicionera, Trump no fue fichado, no se le tomo las huellas y ni le quitaron su pasaporte, y dice una verdad, “delitos graves de supuestos delitos”.
Y Fabiola dice que “la multitud ruidosa de MAGA reclama el Restaurant Versailles como suyo, pero que no es realidad”, y aquí nos da más risa, “los demócratas lo hemos abandonado” dice, por favor, Fabiola, el Versailles es de Felipito Vals y familia, ni los Magas creemos que es nuestro, ni los liberales demócratas lo han abandonado, todos vamos allí porque es un lugar de reunión y un punto de referencia.
Dice la reportera-articulista del Herald, “la familia Valls, una mezcla de republicanos (padre e hijo) y demócratas (algunos en la generación más joven)”, no estuvieron allí el martes para saludar a Trump.
Felipito Vals esta con toda la familia para Europa y paso la pelota a Freddy Balsera quien al igual de Felipe personalmente tiene una mezcla de demócratas y republicano en su familia.
Y fue Freddy Balsera quien le rectifico a la Santiago la presencia del presidente en el Versailles, “Trump no pidió permiso a los dueños para aparecer después de la corte”, me dijo Balsera. “Los agentes locales del partido organizaron el paso. Si algunos medios lo supieron, fue porque el campo de Trump lo filtró”, dijo Balsera.
El largo artículo de Santiago continúa desbarrando contra Trump y los Trumpistas de Miami, solo nos queda seguir riéndonos y gozando del odio que derrama Fabiola en su artículo, un articulo que divide a demócratas liberales y republicanos Trompistas o Maga, a mucho orgullo, y que la convierte en activista del partido demócrata y no periodista.