MIAMI 12 DE FEBRERO DE 2025, nhr.com—Los legisladores republicanos de Florida están denunciando el procesamiento del expresidente colombiano Álvaro Uribe por cargos de corrupción.
El presidente Uribe está acusado de soborno y manipulación de testigos en el primer procesamiento de un expresidente en la historia de Colombia.
El procesamiento de Uribe ha sido promovido por el presidente comunista Gustavo Petro, cuyas técnicas de procesamiento han acelerado.
Los republicanos, que han criticado con frecuencia al presidente Petro, criticaron el procesamiento de Uribe como una “cacería de brujas”.
Uno de los que lo está respaldando es el representante Mario Díaz-Balart quien salió en defensa de Uribe y socavó la administración de Petro, calificando el procesamiento contra Uribe como un “uso politizado de los tribunales”.
“La Colombia de hoy es muy diferente de la que prosperó bajo el liderazgo del expresidente Álvaro Uribe”, dijo el representante Balart, añadiendo, “el actual juicio-espectáculo, la persecución política y la cacería de brujas contra Uribe reflejan el avance de las fuerzas de extrema izquierda que controlan a Gustavo Petro”. Por su parte, Uribe le escribió al secretario del Departamento de Estado, Marco Rubio, para exponer que los fondos de USAID a Colombia fueron desviados para financiar la persecución política en su contra.
“El magistrado César Reyes, el mismo que construyó el caso contra Álvaro Uribe, y la esposa de Iván Cepeda, la señora Pilar Rueda, también fueron consultores de USAID en Colombia”, explicó Uribe al secretario Rubio.
“Allí fue a parar el dinero de los contribuyentes de su país”.
Rubio aún no ha respondido. La administración del presidente Donald Trump ha examinado de cerca los fondos de USAID en las últimas semanas, mientras el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk busca descubrir gastos gubernamentales innecesarios.
Si Uribe tiene razón, sus declaraciones revelan que los fondos de USAID a Colombia pueden haber sido canalizados a los bolsillos de actores progresistas para financiar sus objetivos políticos.
“Petro y sus aliados deben tener claro que Estados Unidos y los socios de la democracia colombiana están siguiendo de cerca el desarrollo de estos injustos acontecimientos”, advirtió Balart. “El uso politizado de los tribunales como herramienta de represalia es peligroso, perjudicial y profundamente antidemocrático. Es inaceptable”.