MIAMI 14 DE FEBRERO DE 2025, nhr.com—Los fiscales federales han acusado a un destacado abogado defensor de Miami de orquestar una conspiración de soborno que involucra a dos ex supervisores de la DEA que filtraron información confidencial sobre investigaciones de drogas.
Los fiscales han dicho que el abogado David Macey les dio dinero en efectivo y regalos a los agentes, incluidas entradas para el partido de béisbol de los Yankees y los Red Sox, a cambio de información confidencial sobre el momento de las acusaciones federales y otras pistas que, según las autoridades, pusieron en riesgo los casos y los investigadores.
Los cargos permanecieron bajo secreto el jueves, dijo el abogado defensor David Patton a The Associated Press, y agregó que se espera que Macey comparezca ante un tribunal federal el viernes.
Los cargos precisos contra Macey no se conocieron de inmediato. “David es un padre y esposo devoto y un abogado muy respetado con un historial impecable como miembro del colegio de abogados durante casi 30 años. No sobornó a nadie”, escribió Patton en un correo electrónico.
Añadiendo, “las acusaciones del gobierno son falsas y confiamos en que la evidencia demostrará su inocencia en el juicio”.
La fiscalía ha arrojado una luz poco halagüeña sobre el “Grupo de la pólvora blanca” de Miami, un círculo ferozmente competitivo de abogados defensores a precios muy altos que compiten para contratar a presuntos narcotraficantes, negociar acuerdos de entrega y convertirlos en colaboradores del gobierno.
La oficina del fiscal de Estados Unidos en Manhattan no respondió a las solicitudes de comentarios. Los fiscales federales han llamado anteriormente a Macey un “abogado corrupto” que “pagó generosamente por secretos de la DEA”.
La acusación se produce un año después de que los fiscales presentaran documentos judiciales diciendo que Macey y otro conocido abogado de Miami, Luis Guerra, financiaron el plan de sobornos.
En una medida poco común, un juez permitió a los fiscales revisar casi 1,000 correos electrónicos, mensajes de texto y grabaciones de llamadas telefónicas entre los abogados y Manny Recio, un veterano agente de la DEA que después de jubilarse comenzó a trabajar para los abogados como investigador privado.
Las comunicaciones de los abogados normalmente son confidenciales y casi siempre están protegidas de la policía, con excepciones limitadas. Los fiscales pueden eludir ese privilegio si pueden convencer a un juez de que los servicios de un abogado se estaban utilizando para promover un delito, un principio conocido como la excepción del fraude criminal.
“Estamos aquí planeando cómo vamos a ganar dinero, dinero, dinero”, dijo Guerra en una conversación interceptada. Guerra no ha sido acusado y su abogado no ha hecho comentarios sobre el caso.
Los fiscales dijeron que las comunicaciones de los abogados eran “parte integral del plan de soborno” después de las condenas en 2023 de Recio y el ex agente de la DEA John Costanzo Jr., agentes veteranos que están cumpliendo condenas en prisión federal después de que un jurado los declarara culpables de soborno y fraude electrónico de servicios honestos.
Ese juicio en Manhattan siguió a una serie de casos de mala conducta que involucraban a otros agentes de la DEA acusados de corrupción y otros delitos federales.
Macey, un ex fiscal estatal, ha defendido a clientes en varios casos que acapararon los titulares en el sur de Florida, incluido un adolescente acusado de matar a más de una docena de gatos.
En los últimos años, se convirtió en un actor importante en casos de narcóticos y lavado de dinero, una línea de trabajo lucrativa que implica algunos de los honorarios más altos en la defensa penal.
Gran parte del caso de corrupción de la DEA se basó en mensajes de texto y llamadas telefónicas interceptadas. Recio le pidió repetidamente a Costanzo que consultara nombres en una base de datos confidencial para mantenerse al tanto de las investigaciones de interés para sus nuevos empleadores.
Los dos discutieron el momento de los arrestos de alto perfil y la fecha exacta en 2019 en que los fiscales planeaban acusar al empresario Alex Saab, entonces un objetivo criminal importante en Venezuela y sospechoso de ser el hombre de los bolsos del presidente del país, Nicolás Maduro.
Recio y Costanzo también discutieron los planes confidenciales de la DEA para arrestar a un traficante de alto nivel en la República Dominicana a quien Macey estaba tratando de reclutar como cliente.
César Peralta eludió la captura durante más de cuatro meses a pesar de una búsqueda masiva en la que participaron 700 agentes de la ley. A cambio de las filtraciones, dijeron los fiscales, Recio canalizó en secreto 73,000 dólares en compras a Costanzo, incluidos billetes de avión y un pago inicial para su apartamento en el suburbio de Coral Gables, Florida.
En 2019, Macey supuestamente gastó casi 2,000 dólares en entradas para un partido de béisbol de los Yankees y los Red Sox y una cena en el West Village de Manhattan para Costanzo, él mismo y otro funcionario de alto rango de la DEA en México.
Los fiscales dijeron que Recio había actuado motivado por la avaricia, señalando sus hábitos de gasto y la compra de un Porsche Macan 2021.
Los agentes de la DEA utilizaron facturas falsas y una empresa que indicaba su dirección como una tienda UPS para disfrazar los pagos de sobornos mientras borraban cientos de mensajes y llamadas a un teléfono quemador, dijeron los fiscales.
La conspiración se basó en intermediarios, incluido el ahora fallecido padre de Costanzo, un agente condecorado de la DEA que, según los fiscales, mintió al FBI.
Otro presunto intermediario fue el oficial del grupo de trabajo de la DEA, Edwin Pagan, quien fue acusado el año pasado después de que los fiscales dijeran que mintió bajo juramento en el juicio de los agentes en 2023.
Pagan, un agente de policía de Coral Gables, se ha declarado inocente de cargos que incluyen soborno y perjurio. Su juicio está programado para agosto.
