• NHR.com recoge revelaciones exclusivas sobre los vehículos almacenados en Earlington Heights
MIAMI, 30 DE ABRIL DEL 2012, NHR.com—En los últimos días los “carros escondidos” del condado en el edificio de estacionamientos de la estación del metro de Earlington Heigths han sido comidilla en la calle. El excelente trabajo llevado a cabo por la reportera de América Noticias, Erika Castillo, puso al descubierto el enorme número de vehículos que el condado de Miami-Dade tenía prácticamente escondidos desde hace unos seis años.
Una infinidad de comentarios han girado alrededor del supuesto “escondite” de estos vehículos. Pero NHR.com se propuso ir más allá de la noticia y el esfuerzo resultó valioso. “No hubo ni negligencia ni corrupción en ese caso”, nos afirmó Juan “Pancho” Fernández comandante retirado de la Policía de Miami-Dade.
NHR.com llegó hasta el excomandante Fernández, la persona que estaba a cargo de la compra de los vehículos para el departamento de policía que el condado guardaba en el parqueo de Earlington Heights. Es más, el buen trabajo que realizaba en esa función le valió varias condecoraciones.
Fernández era el comandante responsable de la supervisión de la flota de carros desde 1993 hasta el 2004, año en que se retiró de la Policía de Metro. La flota de autos usados por la policía contaba en aquel entonces con más de 3,000 vehículos, entre ellos 1,800 patrulleros, 700 modelo sedán para los detectives, 300 arrendados para operaciones clandestinas y alrededor de 200 camionetas vans y camiones, según le contó Fernández a NHR.com., y todos eran minuciosamente supervisados por él, y bajo el entonces Subjefe Ignacio Vázquez, quien calificaba a Fernández como una persona inteligente, dedicada y vigilante de que la flota de autos de la policía estuvieran al día. Al respecto, el ex asistente del Jefe de policía, Ignacio “Iggy” Vázquez, le señaló a NHR.com que “Pancho se ganó su puesto”.
De acuerdo con el excomandante Fernández, “una de nuestras responsabilidades era vigilar el estado físico de los carros en servicio para la seguridad de los oficiales y la eficiencia para responder a las llamadas de servicio. A medida que algunos vehículos eran identificados para ser reemplazados debido al millaje, años del vehiculo en servicio y costo de reparación, se hacía una evaluación en conjunto con empleados de GSA y se decidía cual era la mejor acción para retirar el auto”, nos indicó, refiriéndose a cómo y cuándo eran puestos en servicio vehículos que mantenían en el parqueo de Earlington Heights,
“Existen reglas no escritas para tratar de reemplazar los vehículos a los 6 años de servicio, o 100,000 millas, o cuando el costo de reparación no era factible para repararlo”, agregó.
¿Y con qué tiempo de anticipación se cambian los vehículos?, le preguntamos a Fernández, quien manifestó que “todos los años. De acuerdo al criterio que anteriormente te explicaba, se retiraban de servicio cierto número de autos, aproximadamente un sexto de la flota, o alrededor de 500 vehículos”.
Fernández continuo explicando el método que se seguía: “Basado en esa proyección se preparaba el presupuesto y se le presentaba a la comisión por medio de la administración para que se aprobaran los fondos y de acuerdo a lo que la comisión aprobara se compraban los vehículos”.
Una de las acusaciones surgidas al momento sobre el descubrimiento en Earlington Heights se debió al gran número de autos nuevos que se encontraban allí. Según Fernández dijo a NHR.com, en el año 2003 el entonces alcalde Carlos Álvarez y el administrador George Bergess ordenaron a todos los departamentos recortar sus flotillas de automóviles y entregarlos a GSA. La medida se adoptó como parte de un plan de ahorro debido a la situación económica por la que atravesaba el condado en ese momento. Un total de 791 vehículos fueron entregados por los distintos departamentos, muchos de ellos hasta con 12,000 y 14,000 millas, casi nuevos.
Las mismas fuentes agregan que a medida que se iban necesitando vehículos para esos departamentos, ya fuera para reemplazar a otros por haber sufrido accidentes, o por cualquier otro motivo, en vez de entregarle uno de los carros “cero millas” se les entregaba uno de los ya usados pero que contaban con escasas millas.
CÓMO FUNCIONA GSA Y CÓMO SE LE HACEN LOS PAGOS
No solo llamó la atención a noticieros y público en general el alto volumen de vehículos almacenados en Earlington Heights. La alarma estalló ante la pregunta de cómo se manejaba el dinero para manejar la operación de tantos vehículos.
Sobre este tema, también el excomandante Fernández le dio una explicación a NHR.com.
A diferencia de lo que se había conocido hasta ahora, el pago a GSA (la agencia a cargo de servicios al condado) se hace a “cómodos plazos. “Cuando GSA asignaba un carro nuevo al departamento, ese auto se ponía en un plan de pagos en el cual todos los meses GSA le cobraba internamente al departamento la cantidad de dinero que costaría reemplazar ese vehiculo en un periodo de seis años. Cuando ese auto fuera considerado para reemplazo, los fondos estarían disponibles para la aprobación de la comisión”.
“Los vehículos utilizados por la policía no son como un carro común, tiene requerimientos especiales de la fábrica y es por eso que hay que encargarlos con tiempo”, nos aclaró el entrevistado. “Primeramente hay que obtener la aprobación de la Junta de Comisionados del condado para los fondos de la compra. Después hay que preparar el proceso de la licitación que se va hacer pública para todas las diferentes agencias de carros que estén interesadas en competir en la venta de esos vehículos:, nos dijo. “Una vez que se halla llevado a cabo la licitación e identificada la agencia que ofrece el mejor precio, y la administración halla aprobado el proceso, entonces se pone la orden a la agencia que ganó la licitación”
“Una vez que se pone la oferta”, continuo detallando Fernández, “puede tomar de seis a ocho semanas en lo que la agencia pone la orden a la fábrica, se fabriquen los autos y la agencia nos los entregue. Después de entregados, esos vehículos son revisados por GSA para confirmarquesatisfacen todas las especificaciones de la licitación. Ya después de la aceptación por GSA, esos vehículos hay que ponerle los radios y luces, lo cual toma tiempo”.
Ordenar los automóviles para las flotas es un poco complicado, según Fernández, pues hay que considerar que la fabrica solo produce cierto tipo de vehículos por un período de tiempo determinado, y solo se pueden ordenar durante ese período. Por ejemplo, la fábrica solo produce los patrulleros de julio a febrero. Si no se ordenan durante esos meses, entonces hay que esperar hasta la próxima producción, eso demoraría la entrega de auto que se necesitan, por eso hay que tenerlos almacenados.
Cuando el condado compra los vehículos, obtiene un precio más económico, ya que la fabrica le da un precio más barato a los gobiernos. Estos vehículos tienen un cierto descuento por parte de la fabrica y solo se pueden adquirir bajo el acuerdo de la licitación y no como un ciudadano común, y el condado está obligado a segur las reglas de la compra.
Es interesante saber a quién se le hace el pago. De acuerdo al excomandante Fernández, “una vez que GSA y el departamento de Policía aceptan la compra, se le notifica al departamento de Finanzas y allí se le hace el cheque a la agencia que ejecutó la venta”.
“Una vez que se hace la orden, la agencia que ganó la licitación los entrega a GSA en el garaje de Earlington Heigths. Allí los vehículos son inspeccionados y preparados bajo la custodia de GSA y son entonces asignados al departamento. Los autos se van sacando y poniendo en servicio a medida que se vayan identificando los que se reemplazan”, señala Fernández.
Sobre el largo tiempo de estacionamiento de los vehículos en un garaje, Fernández nos indicó: “Es absolutamente necesario tener una localidad central para estacionar los autos comprados. El condado necesita tener una localidad central para recibir, guardar de forma segura y controlar la flota total. Estas son órdenes especiales y puede llevar hasta año y medio antes que se reciban los vehículos. En Earlington se reciben y guardan vehículos de todos los departamentos condales”.
En la calle se ha estimado que hubo manipulación, desfalco, corrupción o negligencia, en el caso del “escondite” de Earlington Heights. Sobre esto, el comandante Pancho Fernández fue categórico: “Ninguna en lo absoluto. Es correcto y prudente tener un número de vehículos en reserva para casos de emergencias como huracanes u otra emergencia que pueda ocurrir como desorden civiles donde puedan haber autos dañados”.
En NHR.com hemos tratado de esclarecer la algarabía que se ha creado con los vehículos almacenados en lo que se había llamado “el escondite de Earlington Heights”. Con este reportaje creemos haber cumplido con nuestro deber.