• Lo da a conocer ante la Asociación Nacional de Funcionarios Hispanos Electos y Designados
MIAMI, 22 DE JUNIO DE 2012, NHR.com — El candidato presidencial del Partido Republicano, Mitt Romney, prometió ayer jueves encarar la inmigración ilegal “de manera civilizada pero resuelta”, reformar el sistema de tarjetas verdes de residencia para los inmigrantes con familias y poner fin a los límites inmigratorios para sus cónyuges e hijos menores de edad.
En un discurso pronunciado ante un público hispano, Romney solo mencionó brevemente su promesa de completar la cerca fronteriza de 3.200 kilómetros (2.000 millas) de longitud para contribuir a detener la inmigración ilegal desde Mejico, y calificó el plan del presidente Barack Obama de flexibilizar las reglas de deportación para algunos hijos de inmigrantes que carecen de permiso de residencia como “poco más que una medida provisional”.
“Como presidente no me conformaré con una medida provisional. Trabajaré con republicanos y demócratas para hallar una solución a largo plazo”, afirmó Romney ante la Asociación Nacional de Funcionarios Hispanos Electos y Designados. “Daré prioridad a las medidas que fortalezcan y faciliten la inmigración legal. Y encararé el problema de la inmigración ilegal de manera civilizada pero resuelta. Puede que no siempre estemos de acuerdo, pero cuando les hago una promesa, la cumplo”.
Se espera que el presidente Obama hable hoy viernes ante el mismo grupo. Los discursos se dan en momentos en que la Corte Suprema se apresta a dar su fallo sobre la enérgica ley migratoria de Arizona y después de que el mandatario anunció su nuevo plan para evitar deportaciones.
Romney no dijo si dará marcha atrás a la medida de Obama sobre la inmigración, y en lugar de ello prometió “su propia solución a largo plazo que reemplazará y sustituirá la medida temporal del presidente”.
Romney mencionó que su padre nació en México, de padres estadounidenses, que vivían en una colonia mormona. “Cuando él tenía cinco años, dejaron todo atrás y comenzaron de nuevo en Estados Unidos”, afirmó Romney. “Ya he hablado con frecuencia de lo orgulloso que estoy de mi padre”.
Romney fue poco claro en algunos terrenos, particularmente en el tratamiento de los hijos de inmigrantes traídos sin autorización a Estados Unidos por sus padres, pero ofreció nuevos detalles en otros.
Su plan de reasignar las tarjetas verdes para inmigrantes y poner fin a los topes para cónyuges y niños menores sería un cambio del sistema actual, que es más bien por orden de llegada. Y su promesa de “engrapar una tarjeta verde a tu diploma” a los inmigrantes que obtienen posgrados avanzados en Estados Unidos representa un cambio significativo.
La nueva política podría favorecer a entre 800.000 y 1.400.000 inmigrantes jóvenes, que son respectivamente los cálculos del gobierno y del Centro Hispano Pew.
Romney se refirió a la nueva política de deportación de Obama como su principal crítica. También se comprometió a ofrecer a los inmigrantes no autorizados que laboran en las fuerzas armadas “un camino para obtener el estatus legal”, que su campaña dice que a la larga podría permitir convertirse en ciudadano con todos los derechos.
Romney habló de las “promesas incumplidas” del presidente Obama por no alcanzar una reforma inmigratoria amplia durante su primer mandato. “Pese a sus promesas, el presidente Obama no ha solucionado la reforma inmigratoria”, afirmó. “Durante dos años, este presidente tuvo amplias mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado, y tenía libertad para buscar toda política que quisiera. Pero no hizo nada para promover una solución permanente a nuestro deteriorado sistema inmigratorio. Nada. En cambio, no actuó hasta enfrentarse con una difícil reelección y para tratar de asegurarse los votos de ustedes”.
El candidato republicano también se concentró en la economía. El ex gobernador de Massachusetts sostuvo que sus antecedentes en el mundo empresarial beneficiarían a todos los que han enfrentado dificultades durante el gobierno de Obama en los últimos años, entre ellos los hispanos.
“He venido hoy con un mensaje muy sencillo: ustedes tienen una alternativa. Su voto debe ser respetado y su voz es ahora más importante que nunca”, les dijo.
Oscar Garza, un demócrata del poblado fronterizo de Mission, Texas, dijo que aún le falta conocer más sobre las políticas de Romney, pero que se siente frustrado con Obama. Consideró que la persona que Romney elija como su compañero de fórmula podría ser decisiva para influir en el candidato por el que votarán los hispanos.
“Un Marco Rubio podría hacerme cambiar mi voto”, afirmó Garza, refiriéndose al senador republicano por el estado de la Florida, quien es de ascendencia cubana y cuyo nombre suena como posible candidato a la vicepresidencia por su partido.