• La voluntad popular hace que el alcalde dé marcha atrás a decisiones que ha querido impulsar
MIAMI, 26 DE AGOSTO DE 2013, NHR.com—“Donde dije digo, digo Diego”, es un refrán muy español con que los retractores del alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, están identificando la política adoptada por éste, donde al parecer no está convencido de lo que declara públicanmente y hasta a los comisionados del Condado.
Y es que el alcalde en varias ocasiones en los últimos meses ha estado declarando hacer algunos cambios y luego con gran urgencia “da marcha atrás”.
Ocurrió así cuando declaró que se proponía a aumentar los impuestos a la propiedad, algo que causó una reacción impopular al extremo de que se habló hasta de iniciar un proceso de recall, o sea un revocatorio similar al que se le hizo a su antecesor Carlos Álvarez. Debido a la reacción del pueblo el alcalde Giménez no tardó en declarar que “debo escuchar al pueblo”, dando marcha atrás no continuando con su plan del aumento al amillaramiento.
Recientemente propuso cerrar 22 bibliotecas y de nuevo la voz popular le salió al paso, criticando esa decisión, viéndose de nuevo el alcalde retrocediendo, declarando que no se cerrarán las bibliotecas.
“Debemos reflexionar sobre el futuro del departamento de las bibliotecas”, dicen algunas fuentes que el alcalde le dijo a los comisionados en un correo electrónico enviado recientemente. “Debemos cambiar las perspectivas de la financiación de los servicios de bibliotecas en el condado”, dicen que señaló Giménez en ese correo electrónico.
Esta semana será la votación de la Comisión condal para resolver el impasse existente en el restablecimiento del pago a los empleados públicos, se debe encontrar poco más de $30 millones para salir bien de ese atolladero. Muchos esperan la propuesta del alcalde y si será acertada sin divagacioines.