• Misteriosa reunión y una fanfarronada precedieron a la decision del alcalde

MIAMI, 15 DE MARZO DE 2013, NHR.com—La historia se repite, al igual que ocurrió con el ex alcalde Alex Penelas el 26 de febrero de 2001, ayer el alcalde Carlos Giménez después que había declarado que no vetaría la decisión de los
comisionados, le echa leñas al fuego vetando la determinación de 9 de los 13 comisionados, que luego se convirtió en votación unánime 11 a 0 a favor de otorgarle el contrato de forrar maletas en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) a la compañía local SafeWrap.

Lo que expone como justificación para su veto el alcalde Giménez en su memorándum a la presidenta de la Comisión del Condado Miami-Dade, Rebeca Sosa, y a los comisionados en general, es la pérdida de $6 millones 79 mil dólares en tres años, o sea $2.265,337 anuales, basándose en las proyecciones de la empresa TrueStar con el cobro exagerado por maletas ($20, $40 y  $48) que cobraría esa empresa. Recordamos que la presidenta de la Comisión, Rebeca Sosa, le pidió  a la empresa local SafeWrap que no aumentara el precio a más de lo que actualmente se cobra que es $15, ahorrándole al consumidor más de $6 millones de dólares al año, algo que TrueStar no podría cumplir por tener que pagar el 65% con que se comprometió en su oferta al Condado para lograr obtener la concesión en el MIA.

Qué hay detrás de los vetos

Según NHR.com ha podido conocer, en el año 2001, cuando Penelas vetó  el contrato para forrar maletas en el MIA, que se le había otorgado a Secure Wrap of Miami, hubo una reunión pocas horas después de la votación de los comisionados donde se  presionó al entonces alcalde Penelas de manera que emitiera el veto.

Nuestras fuentes nos informaron que esa reunión con Penelas tuvo lugar en un establecimiento Boston Market, con la presencia del propietario de la firma que perdió el contrato de forrar maletas, el ex comisionado de la ciudad de Miami Manolo Reboso, íntimo amigo de Penelas, y el cabildero Jorge Luis López. Allí  se le puso presión a Pénelas para que ejerciera el veto, y así ocurrió horas después.

El 8 de marzo de 2001, 11 de los comisionados votaron en contra del veto, mientras que Miriam Alonso y Pedro Reboredo votaron apoyando a Penelas, convirtiéndose esto en un contundente golpe en la carrera política de Alex Penelas.

En este caso ocurre casi lo mismo. Según las fuentes le han informado a NHR.com, durante las siguientes  48 horas después de la votación del 5 de marzo (siempre en marzo), ocurrieron varias reuniones entre el cabildero de TrueStar,  Pablo Acosta, su socio Jorge Luis Lopez, y otros ejecutivos de la empresa italiana. Durante esas reuniones se hicieron llamadas, se reunieron a todos los supervisores y Giussepe Sgobio, gerente general de Sinapsis/TrueStar les habló diciéndoles que “Fabio vendría y que a ellos habría que sacarlos del aeropuerto a la fuerza; se apelaría al embajador italiano y si era necesario al propio Barak Obama”. El lunes 12, después de ejercer presión sobre el alcalde Giménez se creó un plan al que el alcalde no era ajeno. “Sinapsis  pondría  la demanda el miércoles y el alcalde firmaría el veto el jueves, nos dijo la fuente, y así ocurrió.

También durante el fin de semana el alcalde ordenó que sus asistentes fueran al aeropuerto y trajeran documentación necesaria para el plan, varios  empleados de la alcaldía ocuparon el estacionamiento del alcalde en el aeropuerto y esperaron por los documentos, el plan estaba en marcha.

La Presidenta de la Comisión Rebeca Sosa dijo que “no entendía por qué el alcalde vetó   las decisiones tomadas por una mayoría calificada de los Comisionados,  incluyéndola a ella misma” y añadió,  “Tal vez tiene que hacer un punto, nosotros hemos votado conscientemente en lo que estábamos haciendo”.

Llama la atención que fue el mismo Carlos Giménez quien recomendó a los comisionados el año pasado que le rebajaran $2.5 millones de dólares a Sinapsis Trading USA de la oferta original de $11.1 millones que había prometido, lo que es igual a $7.5 millones en tres años. “En ese momento Giménez no pensó en que MIA perdería $2.5 millones al año”, ni  calculó que “una perdida potencial de $7.5 millones para el aeropuerto obligaría a elevar las tasas de aterrizaje que cobra a las aerolíneas por cada 1,000 libras de peso en aterrizaje, como dice Giménez en su veto”, señaló nuestras fuentes.

Cuando ya los comisionados y la propia presidenta de la comisión Rebeca Sosa habían dado por terminado el proceso y todos deseaban que el tema no regresara por muchos años, el alcalde sorpresivamente vuelve a revolver el avispero y regresa con el controversial caso de los forra maletas en el aeropuerto, como diría el nunca olvidado amigo periodista desaparecido Humberto López: “Y.. la cosa sigue”…