MIAMI 16 DE JUNIO DE 2015, nhr.com– El presidente de Ecuador, Rafael Correa, desafió el lunes a la oposición a revocarle el mandato en un referendo ante las fuertes protestas que exigen su salida del poder en rechazo a proyectos como el que elevará el impuesto a las herencias.
Arropado por miles de manifestantes, el mandatario, quien concluye su gobierno en 2017, lanzó el reto a sus adversarios. “Vamos opositores, en vez de usar la violencia, la fuerza, utilicen la Constitución: ¡Vamos a la consulta revocatoria que los derrotaré una y mil veces!”, señaló desde el balcón presidencial.
Dirigentes como el legislador de centroderecha Andrés Páez –quien ha llamado a protestas contra el gobierno– recogieron el guante, pero pidieron neutralidad al órgano electoral. “¡Listo Correa aceptado el desafío! Vamos por la revocatoria pero con un Consejo Electoral independiente”, señaló Páez por Twitter.
Impulsada por el mandatario, la Constitución de Ecuador del 2008 prevé la convocatoria de un referendo revocatorio del presidente apoyado en la recolección de firmas. La norma establece como requisito el 15% del registro electoral (unas 1,8 millones de rúbricas) para dar paso a la consulta.
El líder izquierdista de 52 años, quien a abril tenía una popularidad del 55% según una encuesta privada, esgrimió la posibilidad de ir a las urnas frente a las movilizaciones de la última semana que piden su salida al grito de “¡Fuera Correa, fuera!” en rechazo a sus políticas.
Dirigiéndose a sus críticos, Correa insistió: “Llamen a una consulta revocatoria y con inmenso gusto los derrotaremos nuevamente en las urnas”.
Correa obtuvo en las pasadas elecciones el 57,2% de la votación (4,9 millones de sufragios) frente a una oposición variopinta que llegó desunida a los comicios. El presidente, en el poder desde 2007, aguarda la aprobación de una enmienda constitucional para decidir si se presenta a su tercer período de cuatro años.
El mandatario enfrenta el rechazo de grupos económicos y de clase alta y media por un proyecto de ley para la “redistribución de la riqueza”, que prevé un aumento progresivo del impuesto a las herencias a partir de los 35,400 dólares, es decir, que a mayor patrimonio mayor tributo al Estado.
Otra de las iniciativas que es rechazada en las calles fija nuevos impuestos a la plusvalía, la ganancia extraordinaria que adquieren terrenos privados por inversiones estatales. Dominado por el oficialismo, el Congreso prevé votar en julio la ley relacionada con las herencias.