MIAMI 25 DE AGOSTO DE 2020,–Después de pruebas y controles de temperatura, 336 delegados que representan a 50 estados de Estados Unidos, cinco territorios y Washington, D.C. se reunieron ayer en un salón del Centro de Convenciones de Charlotte para de nuevo nominar oficialmente al presidente Donald Trump. Bajo los letreros verticales de cada uno de los estados que normalmente salpican la convención, los representantes de cada estado y territorio tuvieron tres minutos para hablar de sus estados de origen y al presidente en lo que pareció una pasada de lista de convención bastante tradicional.
Hubo algunos recordatorios de la era del coronavirus. El micrófono se limpiaba después de cada orador. Y se requirieron cubrebocas hasta que la persona que representa a su estado se acercara al micrófono, pero de acuerdo con las cadenas nacionales de televisión, lo que hicieron los republicanos anoche superó a lo que mostraron los demócratas la semana pasada.
Lo que pudo faltar fue la sensación eléctrica de un típico auditórium de convenciones. Se permitieron solo seis representantes de cada estado en la sala, con cubrebocas y sentados a distancia uno del otro. Las bolsas de regalo con papel de seda rojo y los gorros con el eslogan “Make America Great Again” agregaron algo de color a la habitación. El gran momento culminante del día fue un discurso del propio Trump, quien aparecerá todas las noches de la convención.
Esta primera noche fue un marcado contraste con la forma en que los demócratas llevaron a cabo su pase de lista virtual la semana pasada, con videos filmados en todo el país que destacaron los puntos de referencia locales.
Uno de los momentos mas emotivos fue cuando le toco el turno al cubanoamericano Maximo Alvarez quien llegó a Estados Unidos como parte de la Operación Pedro Pan que trajo a más de 14,000 menores de edad enviados por sus padres para huir del comunismo, Maximo estalló en llanto durante su mensaje en la primera noche de la Convención Nacional Republicana.
En su discurso que duró poco más de 4 minutos, recordó todo lo que le enseñó su padre una vez llegó a Estados Unidos desde Cuba.
“Sé todo sobre el pasado, nunca olvidaré el mío. Mi familia ha huido del totalitarismo y el comunismo. Y más de una vez. Primero, mi papá de España, luego de Cuba”, contó Álvarez que vive en Hialeah y es propietario de Sunshine Gasoline. “Pero mi familia dejó de huir. Por la gracia de Dios, he vivido el sueño americano, la mayor bendición que he tenido. Mi papá, que solo tenía una educación de sexto grado, me dijo: “No pierdas este lugar. Nunca tendrás tanta suerte como yo”.
Agregó que “el otro hombre” -refiriéndose a Joe Biden- está más preocupado por el poder y no por el país.
“Escuché las promesas de Fidel Castro y nunca podré olvidar a todos los que crecieron a mi alrededor, que se parecían a mí, que pude haber sido yo, que sufrieron, pasaron hambre y murieron porque creyeron en esas promesas vacías. Se tragaron la píldora venenosa comunista”, dijo mientras lloraba.
No obstante, “elijo al presidente Trump porque elijo a Estados Unidos. Elijo la libertad”, finalizó con su voz quebrantada.
Los republicanos, con la intención de preservar el aspecto y el sentimiento de una convención en persona como sea posible, han elegido la ruta más habitual.
Reunir a los delegados en persona pudo terminar por crear exactamente el tipo de escena de la que el presidente Trump deseaba un discurso frente a sus seguidores en una sala que no parecía casi vacía.
Los delegados que se reunieron en Charlotte dijeron que estaban emocionados y honrados de tomar parte en los procedimientos.
Corey Lewandowski, exdirector de campaña del presidente Donald Trump, encabezó la delegación de Nuevo Hampshire este año.
“Es un poco diferente de lo que experimentamos hace cuatro años”, dijo Lewandowski, añadiendo, “pero vamos a tener el privilegio de escuchar al presidente”.
Durante el fin de semana de las reuniones del Comité Nacional Republicano que precedieron a la votación del lunes, el partido aprobó una serie de resoluciones que condenaban a los grupos y la cultura progresistas. Entre ellas se encontraba una resolución para defender la Primera Enmienda en respuesta a la pandemia refiriéndose al virus como el “virus chino”.
La resolución establece que el derecho a asistir a los servicios de la iglesia y a los eventos deportivos ha sido “infringido, abusado y negado” mientras que “a los manifestantes violentos y oportunistas y a los que van a los casinos aún se les permite el derecho a reunirse”.
