MIAMI 10 DE FEBRERO DE 2016, nhr.com–. El canciller Manuel González advirtió de que el Gobierno revocará la visa y extraditará a los cubanos que se queden en Costa Rica que desaprovechen los vuelos programados para El Salvador y México.
En conferencia de prensa del Consejo de Gobierno, este martes, el canciller anunció que aplicarán la ley migratoria, porque los albergues donde están instalados los cubanos no pueden estar habilitados durante más meses.
“No podemos garantizar que más vuelos de cubanos se concreten. Si no se llenan los vuelos de este miércoles y jueves, no hay más vuelos”, advirtió.
El presidente Luis Guillermo Solís suscribió las declaraciones del canciller, e instó a la comunidad cubana en el país a seguir aprovechando los mecanismos coordinados por la Organización Internacional para las Migraciones.
“Hay dos posibilidades de salida esta semana que los cubanos deben usar para llegar a su destino”, afirmó.
“Si no se llenan mañana los aviones, se van a quedar aquí 4.000 personas y eso no se puede permitir”, sostuvo el gobernante.
El canciller González agregó que los vuelos programados para mañana miércoles y jueves están en riesgo por culpa de una “información falsa” publicada por un diario de circulación nacional este martes, en la que se alegaba que se estaban vendiendo los tiquetes a un precio superior a lo que dicen otras agencias que habrían cobrado.
Dicha información habría ocasionado dudas entre los cubanos varados en Costa Rica, lo cual provocó que cerca de 98 de ellos desistieran de viajar este miércoles en vuelo directo a México.
González reiteró que la planificación de los vuelos, así como de la logística del traslado de los cubanos, está a cargo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Organización aclara. Horas después de la conferencia de prensa ofrecida por la Presidencia, la OIM envió un comunicado de prensa donde aclaró que solamente la empresa operaria de viajes “Terranova” presentó los planes logísticos y de coordinación que permiten verificar las condiciones logísticas, de seguridad y de coordinación requeridas para facilitar la salida de los migrantes cubanos.
De igual forma, la OIM subrayó que ningún otro actor institucional está recibiendo o entregando dinero para la salida de los migrantes cubanos. “Esta relación se da de manera directa entre la agencia de viajes recomendada y los migrantes interesados en viajar”, se lee en su comunicado.
La acumulación de cubanos empezó el 15 de noviembre del año pasado, cuando el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó cerrar la frontera con Costa Rica al paso de los caribeños que venían en éxodo desde Ecuador, único país que los dejaba entrar al continente americano sin ninguna reserva.
Falta de información. Juan Carlos Rubio Torres, uno de los cubanos que permanecen en el albergue de la iglesia Beth-El, en Liberia, afirmó que los migrantes no rehúsan viajar por falta de recursos para pagar el boleto aéreo que les provee la OIM, si no porque carecen de información.
“Lo que estamos pidiendo es que nos vengan a dar información aquí al albergue porque no tenemos ninguna información (…). No queremos que rebajen avión, precio, ni nada. Lo que queremos es que tengan un orden (…). Aquí toda la gente que está en esta iglesia tiene el dinero para pagarse el pasaje de $805”, dijo a La Nación.
Sioveris Carpio, cubano instalado en Liberia, confirmó que entre los migrantes hay inquietudes provocadas por la falta de información de parte de las autoridades costarricenses de la Dirección General de Migración.
El gobierno de Luis Guillermo Solís pactó que a partir de esta semana los vuelos de cubanos que salen desde Liberia lleguen directo a México, sin necesidad de pasar por el territorio de El Salvador, como venía sucediendo.
Sin embargo, la Cancillería comunicó este martes que toda la operación de traslado a México estaría en riesgo a raíz de los rumores divulgados en la prensa.
En tanto, la agencia AFP confirmó que el primer grupo de 113 migrantes cubanos que salió de Costa Rica en vuelo directo a México, el martes pasado, llegó este martes a la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, fronteriza con Estados Unidos. Entre ellos, había ancianos y 41 mujeres embarazadas.
