• Las investigaciones señalan a más complicados
MIAMI, 25 DE ABRIL DE 2012, NHR.com—Como señaló NHR.com ayer, el caso de prostitución en Colombia donde participaron miembros del servicio secreto de Estados Unidos no ha terminado, cada día se complica más.
Ahora hemos podido conocer que tres empleados más de los servicios secretos están a punto de perder sus empleos como parte del “cervecero escándalo de sexo de Colombia”, según anunció en las últimas horas.
De acuerdo con lo que se señala, dos empleados renunciarán; otros dos han sido absueltos de cargos más graves, pero enfrentarán acción administrativa y se les han quitado sus posiciones actuales; y un quinto será relevado de su habilitación de seguridad, lo que significa que ya no puede trabajar para el servicio secreto, pero podría ser empleado por otras agencias federales. De acuerdo con una fuente contactada por NHR.com, todos los empleados tienen derecho a apelar la decisión.
En resumen, el servicio secreto ha determinado el destino de los 12 empleados implicados en el escándalo, aunque varios pueden apelar la decisión.
Mientras tanto ya se conoció el nombre del agente que descubrió “la fiesta de Cartagena” en el Hotel Caribe. Se trata de Paula Reid, una veterana con 21 años en el servicio secreto. Ahora se desempeña como jefa de la Agencia en América del Sur. Reid viajó a Cartagena para preparar la llegada del presidente Obama y cuando escuchó sobre el comportamiento de los agents, de inmediato actuó decisivamente.
“Lo primero que Reid hizo fue sacar los registro del Hotel Caribe de los implicados, ayudó a sacar a los 11 agentes del servicio secreto involucrados y a los otros funcionarios del país, y a reemplazarlos con nuevos funcionarios del servicio secreto.
Por otra parte, NHR.com pudo conocer que el congresista por California, Darrell Issa, presidente de un comité investigador de la Cámara de Representantes, dijo que no estaba seguro si el Congreso programaría audiencias sobre el caso. “Pero los legisladores estarán vigilando al servicio secreto”, dijo, “para asegurar que los métodos de la agencia para capacitar y supervisar a los agentes no ponga en peligro a los personajes importantes del país”.
“Cosas como ésta no pasan una vez, sino ya ocurrieron antes”, dijo Issa, quien preside el Comité de Vigilancia y Reforma de Gobierno de la cámara baja.
Lo más preocupante, según Issa, es que los agentes que actúan mal pueden ser blancos de chantaje, lo que pone en riesgo la seguridad del presidente y de las otras personas bajo su protección.