Continúa la polémica entre miembros del Colegio Nacional de Periodistas de Cuba en el Exilio

MIAMI 5 DE ENERO DE 2016, nhr.com—La asociación de Editores Cubanos Americanos, están denunciando que el controversial presidente del Colegio Nacional de periodistas, Salvador Romaní siempre tuvo la intención de apoderarse del CNP, ya que se ha descubierto que también  está ligado a otra corporación que en 1994 trató de robarse los miembros del Colegio de Periodistas en el Exilio.

“La corporación, National Journalists Association of Cuba in Exile, Inc. (NJAC), bajo el control ilegal de un polémico individuo conocido por Salvador Romaní, tiene raíces indiscutiblemente turbias. Romaní, que viene insistiendo haber sido “re-electo” decano del grupo a pesar de que jamás se celebraron elecciones, está ligado a otra corporación, creada en 1994, para robarle miembros y dividir el CNP”, dice la nota de prensa que nos envían.

De acuerdo a la investigación que hemos hecho, la corporación, Circulo Nacional de Periodistas de Cuba, Inc., fue inscrita en Tallahassee en 1994 por varios miembros del CNP que intentaron sin éxito impedir la re-elección del entonces decano del Colegio Nacional de Periodistas de Cuba en el Exilio (CNP) Roberto Pérez-Fernández. Al no poder quitarle el decanato a Pérez Fernández, crearon la nueva corporación con iniciales idénticas a las del Colegio, dicha corporación sigue activa en la División de Corporaciones en Tallahassee.

En el libro ‘Cubans, an Epic Journey”, escrito por los reconocidos periodistas Sam Verdeja y Guillermo Martínez hacen referencia de que Romaní y José Arenal son los fundadores de “esa nueva corporación”.

Romaní ha estado envuelto en una agria controversia con la casi totalidad de los miembros del Colegio de Periodistas por no regirse por los estatutos de esa institución y prácticamente, “dar un golpe de estado” y apoderarse del CNP sin realizar elecciones y entregar las riendas al que sea electo.

El ex tesorero del CNP, Mario Jiménez, que renunció precisamente por no prestarse a las actividades de Romaní, ha declarado, “Yo no digo que sea un ladrón. El problema de Romaní es que es un corrupto por costumbre. Es su estilo de vida, su forma de ser”.

Romaní y el grupo que lo acompaña en el “asalto al colegio” expulsaron a un grupo importante de periodistas que nunca se han servido del CNP para su beneficio personal y cuyos méritos han sido públicamente reconocidos no por un puñado de “amiguitos”, sino por asambleas generales de verdad, dicen las fuentes que nos envían las notas.