MIAMI 3 DE ABRIL DE 2019, —Después de que las autoridades migratorias les negaron el salvoconducto para transitar por México y estar casi un mes varados en Tapachula, Chiapas, la caravana de mil migrantes cubanos, acompañada de un grupo de centroamericanos, salió rumbo a Estados Unidos.
Decidieron organizarse para llegar a la Ciudad de México y tramitar el permiso que no les ha otorgado el Instituto Nacional de Migración.
Su objetivo era trasladarse a Mapastepec, en el estado de Chiapas, donde ya se encuentran junto a otro grupo de migrantes cubanos y centroamericanos que habían partido el pasado 23 de marzo. Su intención es conseguir el permiso para transitar libremente hacia el norte del país.
A pie y bajo fuertes temperaturas, la caravana está siendo resguardada por elementos de la Policía Federal y de las policías locales.
Entre los migrantes viajan alrededor de 100 niños y mujeres embarazadas. Se calcula que en esa zona existen unos 3,000 cubanos que buscan entrar ilegalmente a Estados Unidos.
Pese a que reciben ayuda del pueblo chiapaneco, de la Policía Federal y otras instituciones, señalaron que han sido objeto de extorsión y robo por parte de abogados que, en complicidad con agentes migratorios, les han pedido de 500 a 700 dólares por un documento que jamás obtuvieron.
Desde hace un año estos cubanos huyeron de la crisis económica, de la represión política y de la falta de libertad que viven en su país.