MIAMI 12 DE ENERO DE 2016, nhr.com– La infanta Cristina se convirtió el lunes en el primer miembro de la familia real que se sienta en el banquillo de los acusados al arrancar en Palma de Mallorca el juicio por los negocios de su marido, Iñaki Urdangarin, que presuntamente se enriqueció ilícitamente aprovechando sus conexiones con la realeza.
La hermana del rey Felipe VI, de 50 años, es una de las 18 personas que están siendo juzgadas tras una investigación de seis años sobre el Instituto Nóos, la organización sin ánimo de lucro que Urdangarin supuestamente utilizó para desviar 5,8 millones de euros de fondos públicos.
El escándalo que salpica a la familia real es uno de los notorios casos de corrupción que han indignado a la sociedad española durante la profunda crisis económica que llevó el desempleo a niveles récord y provocó la adopción de dolorosas medidas de austeridad.
Los abogados de Cristina de Borbón pidieron el lunes a los jueces que no fuera juzgada ya que la Fiscalía previamente ha indicado que no ve suficientes evidencias para respaldar la acusación.
Los cargos contra la infanta se respaldan en la acusación popular de la organización “Manos Limpias”.