MIAMI 26 DE FEBRERO DE 2021,NHR.COM—La concentración de inmigrantes ilegales en la zona de Tapachula en el estado de Chiapas México, ha creado que se propaguen los caos de COVID-19 así como la prostitución y la inseguridad, según están denunciando esta mañana organizaciones cívicas de esa ciudad, según nos cuenta los periodistas del periódico el Orbe, Ildefonso Ochoa Argüello y M. Blanco
El Frente Cívico Popular del Soconusco (FCPS), externó este miércoles su preocupación por que las autoridades federales han desatendido la salud de los mexicanos y permitido que se propague los casos de coronavirus, la prostitución, la inseguridad y otras enfermedades que aseguran son consecuencia de la llegada y establecimiento de migrantes en la ciudad.
De acuerdo a Pedro Pablo Scott Ramos, presidente de esa organización civil, lamentablemente no hay una logística para limpiar la ciudad de indocumentados, incluso de las personas -hombres y mujeres- que están ejerciendo la prostitución y no están siendo controladas por ninguna autoridad sanitaria.
Hizo un llamado a Salud federal y al Instituto Nacional de Migración (INM), para que cumplan con sus obligaciones y se atienda la problemática de la falta de control de los miles de migrantes que se han establecido en la ciudad, al margen de la ley.
“El flujo migratorio irregular en Tapachula ha crecido de manera exesiva, donde en ocasiones vienen delincuentes y se asientan en las colonias como Brisas de Cahoacán, los Reyes, la 11 de septiembre, la Morelos, entre otras, que son focos y nidos de los extranjeros.
Calculó que, en Tapachula, la migración de personas provenientes de Centro y Sudamérica, así como de otros países ha crecido alrededor de un 80 por ciento, tan solo en los últimos cuatro meses y no hay una regulación jurídica legal de su procedencia.
Los deben llevar a sembrar árboles al rancho “La Chingada” de Andrés Manuel López Obrador, que es dónde deben estar, ya que para ello fue impulsado el programa por su gobierno, en virtud que Tapachula ya no los aguanta, sugirió.
“Nosotros lo manifestamos sin sentimientos en contra de las personas que vienen en calidad de migrantes, no tenemos xenofobia y racismo, pero vemos con tristeza y preocupación que el estado de derecho y la soberanía nacional está siendo violentada y pisoteada cada rato”, señaló.
Así también, que se debe reforzar el estado de derecho, deportarlos a su país y vigilar la frontera sur, “ya que lamentablemente no se cuenta con las corporaciones que trabajen para evitar el ingreso de esos extranjeros”.
Se refirió que las autoridades federales, como el INM, llegan cada año a realizar supuestos operativos al centro de la ciudad o a la frontera, pero son únicamente para tomarse las fotos. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello/ M. Blanco