• Ocurrió hace un año y aun no se ha resuelto el caso donde una de las victimas perdió una oreja
MIAMI 18 DE FEBRERO DEL 2015, nhr.com—En la historia de los distintos departamentos de policía de Miami Dade, se han dado casos de brutalidad policiaca, uso de la fuerza por alguno que otro agente del orden y varios casos de encubrimientos entre los mismos agentes.
Recordamos casos en los años 80’s y en el 2001 cuando el FBI detuvo a 13 policías de la ciudad de Miami por el supuesto delito de encubrimiento de pruebas en tiroteos en los que murieron varios ciudadanos de la ciudad. Once de los detenidos fueron agentes en activo, entre ellos un ex asistente del jefe de Policía de Miami, mientras que los otros dos policías se habían jubilado recientemente, según explicó la portavoz del FBI en Miami, Judy Orihuela,en esa ocasión.
En uno de los casos que se acusaba a los policías, una persona de 73 años recibió en su cuerpo el impacto de 123 disparos en un incidente ocurrido en 1996 durante una operación antidrogas en Miami. Los policías alegaron que habían actuado en defensa propia.
Pues ahora hemos podido conocer que la Unidad de Seguridad Interna de la policía de Miami Dade se encuentra investigando un caso de uso indebido de una pistola electrónica que envuelve a policías.
De acuerdo con los informes llegados hasta nelsonhortareporta.com, un joven adolecente está acusando a la policía de Miami Dade de haberlo atacado indiscriminadamente con una de estas pistolas electrónicas, mientras estaba esposado y sentado dentro del carro patrullero.
Algunos testigos dijeron que los policías usaban la pistola solo por diversión.
El suceso ocurrió a principio del año pasado, pero la policía tiene engavetada la conclusión de esta investigación aparentemente para proteger a los policías involucrados.
La victima de este caso Sam Bromberg denuncio entonces que mientras estaban en el lote de estacionamientos del Macumba Club del 7335 NW 36th St. Miami, FL, uno de sus amigos identificado como Eric Finley comenzó a discutir con otra persona y acto seguido se enfrascaron en una pelea física, la cual escalo al punto en que Finley perdió literalmente una oreja al ser arrancada de una fuente mordida del desconocido.
En el momento en que llegaba la policía a la escena, Bromberg había acudido en ayuda de su amigo y fue visto por los agentes golpeando al que había arrancado la oreja de Finlay, pero aunque cumplió con la orden dada por el agente Roberto Miranda, este lo lanzó al pavimento y le disparo dos veces con la pistola electrónica Taser.
Luego lo esposo y colocó en el carro patrullero, donde Bromberg alega que de nuevo fue torturado con la descargas eléctricas en reiteradas ocasiones y por varios agentes.
Por su parte la oreja de Finlay aunque fue llevada por los paramédicos al hospital, el médico trató de implantarla de nuevo, pero los tejidos muertos rechazaron el implante.