MIAMI 30 DE ABRIL DE 2020,—Esta es otra noticia que no la leerán en los medios liberales de Miami.
Documentos recientemente dados a conocer sobre el origen de la causa penal contra el ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn muestran que los funcionarios del FBI temían a la nueva Casa Blanca de Trump.
Las cuatro páginas de registros proporcionadas a los abogados defensores de Flynn la semana pasada y las entregadas ayer miércoles por un juez federal reflejan la lluvia de ideas interna en el FBI en enero de 2017 sobre cómo abordar la investigación políticamente explosiva sobre los contactos de Flynn con el embajador ruso semanas antes, durante la transición presidencial y decidieron engañarlo y presionarlo para lograr que mintiera.
Las notas y los correos electrónicos son pruebas de que Flynn fue atropellado por funcionarios del FBI que intentaban sacarlo de circulación y lograr que hablara contra Trump.
Una página de notas manuscritas fechada el mismo día en que Flynn fue entrevistado, el 24 de enero de 2017, parece mostrar un debate sobre cómo llegar a estar con él u otros en la Casa Blanca sobre la naturaleza de la investigación del FBI.
“Si ven nuestro juego, la Casa Blanca estará furiosa”, dicen una de las notas, hay que proteger nuestra institución”.
Las notas también reflejan la deliberación sobre si enfrentar a Flynn con una mentira en tiempo real sería útil para su investigación.
“¿Cuál es nuestro objetivo?, ¿Qué nos diga la verdad o que mienta, para que podamos procesarlo o despedirlo?”, se leen las notas.
Las presentaciones de la corte pública que condujeron a la orden del juez Emmet Sullivan del tribunal de distrito de los Estados Unidos el miércoles de hacer publico los registros no indican quién autor de las notas manuscritas.
Sin embargo, parecen llevar las iniciales de E.W. “Bill” Priestap, el jefe de la división de contrainteligencia del FBI en ese momento, y se relacionan con una reunión con el entonces subdirector de la oficina, Andrew McCabe. McCabe fue quien finalmente llamó a Flynn ese día para pedirle que se reuniera con dos agentes del FBI, Peter Strzok y Joe Pientka.
