MIAMI 1 DE SEPTIEMBRE DE 2021, nhr.com— La propietaria de un restaurante en Debary, aquí en el condado Volutia, dice que no quiere negocios de los partidarios del presidente Joe Biden a raíz del ataque terrorista en Kabul que mató a 13 miembros del servicio estadounidense y docenas de afganos.
Y Angie Ugarte lo ha hecho de una manera peculiar, ha colocado un cartel en la puerta de su negocio informándole:
“Si votaron y continúan apoyando y respaldando a la administración inútil, inepta y corrupta que actualmente habita la Casa Blanca y que es cómplice de la muerte de nuestros militares en Afganistán, por favor lleve su negocio a otro lugar”, expresa Angie Ugarte, propietaria de DeBary Diner, ubicado en el 20 N Charles Richard Beall Blvd, en la localidad de DeBary en el letrero colocado en la puerta principal del restaurante.
En una entrevista con FOX 35 News, Ugarte dijo que colocó el letrero el mismo día en que las tropas estadounidenses fueron asesinadas.
“Fue lo único que sentí que podía hacer”, dijo Ugarte. “Estaba enojada. Me decepcionó. Me sentí como una de esas madres, o esposas, o hermanas que iban a recibir ese golpe en la puerta”, dijo.
“Si realmente, realmente sigues respaldando lo que ha permitido que esto suceda y la forma en que sucedió, lo cual fue innecesario, entonces realmente no quiero estar asociada contigo de ninguna manera y ciertamente no quiero tu negocio”, agregó. “He tenido gente que viene a la puerta y la mira, se ha dado la vuelta y se han ido. Y he tenido gente que viene a la cocina mientras estoy cocinando y dice: ‘Oye, me encanta tu cartel'”.
Once de los 13 militares estadounidenses que murieron en el ataque de Kabul eran infantes de marina. Uno era un soldado del Ejército y otro era un miembro del cuerpo de la Marina.
Los muertos variaban en edad de 20 a 31 años y provenían de California y Massachusetts y estados intermedios. Cinco tenían solo 20 años, nacidos poco antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001, que estimularon a Estados Unidos a invadir Afganistán para derrocar a al-Qaida y desmantelar a sus anfitriones talibanes que gobernaban el país y ahora de nuevo en el poder del terror.
Entre los muertos se incluyen a un infante de marina de 20 años de Wyoming que había estado esperando su primer hijo en tres semanas y un miembro del cuerpo de la Marina de 22 años que en su última conversación de FaceTime con su madre le aseguró que se mantendría a salvo.
A su muerte, los 13 jóvenes miembros del servicio estaban en el terreno, ayudando a una evacuación caótica de estadounidenses y afganos que ayudaron al esfuerzo de guerra de Estados Unidos y ahora están abandonados y huyendo de los talibanes después de su regreso al poder.