• Gran culpa recae en el Departamento de Niños y Familias
MIAMI, 8 DE MARZO DE 2011, nhr.com—Las últimas horas de vida de la niña Nubia Barahona, fueron de terror, sufrimiento y muerte. A esa conclusión se llega después de escuchar el relato hecho por el director del Departamento de Policía de Miami-Dade.
Pero lo más trágico del caso es que el poco interés de la trabajadora social tuvo como consecuencia la muerte de la niña. Nubia muere, según se ha declarado, solo horas después de la visita de esa trabajadora a la casa de los Barahona.
El calendario que hemos confeccionado para seguir el hilo de los hechos es el sigueinte:
Jueves, febrero 10: Llega a la casa la empleada del Departamento de Niños y Familias, encargada del caso de Nubia y su hermano Víctor. Se había recibido una denuncia anónima en la línea caliente donde se informaba que los dos niños estaban encerrados, atados de pies y manos en la bañera de la casa. La trabajadora social llegó a la casa y al dirigirse a Carmen, que fue la que atendió la puerta, ésta solo le dice: “Mi esposo se mudó de la casa con los dos mellizos”. Eso bastó para que la trabajadora social simplemente se marchara sin averiguar nada sobre la denuncia recibida.
Viernes, febrero 11: Jorge Barahona enfurecido porque creía que Nubia había hecho la denuncia, la emprendió a golpes con la niña, le pegaba con lo puños cerrados, la lanzaba contra el piso, “yo la escuchaba gritar” le dijo Víctor a los detectives que lo interrogaron una vez que salió del hospital. Mientras la hermanita recibía la golpiza, él permenació encerrado en el baño con sus manos y pies atados. Carmen, por su parte, no hacia nada para evitar la paliza. Víctor, lleno de terror, continuaba escuchando a su hermana gritando y llorando, hasta que de momento hubo un silencio absoluto. Jorge le comunica a Carmen que Nubia había muerto.
Cuando el pequeño Víctor le preguntó a Carmen por su hermana, ésta le dijo que la habían enviado fuera de la casa con el Departamento de Niños y Familias. Jorge planeaba lo que iría a ocurrir los días siguientes.
Sábado, febrero 12: Jorge empaqueta el cadáver de Nubia dentro de una bolsa plástica, la llena de químicos para la fumigación y la coloca en la parte de atrás de la camioneta donde fueron encontrados.
Lunes, febrero 14, Jorge Barahona, con su hijo Víctor y la hermanita asesinada de éste, estaciona la camioneta a un lado de la carretera I-95, cerca de la salida de Boca Ratón. A un mecánico de carretera que patrulla el área le llamó la atención la camioneta estacionada allí por varias horas y se acercó por si se necesitaba ayuda, pero al asomarse al interior notó fuerte olor a un químico indefinido y dos personas inconscientes que resultaron ser Jorge y a su lado, el pequeño Víctor. Inmediatamente notificó a la policía. El resto lo hemos venido conociendo poco a poco. Es una historia macabra; un asesinato que podía haberse impedido si no fuera por el poco interés de la trabajadora social del Departamento de Niños y Familias.
Cuando más se conoce del caso, más recae culpa en esa agencia llamada a proteger a los niños. Por ahora es la propia agencia la que se supone esté invstigando los pormenores de esta tragedia. La comunidad espera mucho más que eso. Una niña de 10 años ha muerto por la irresponsabilidad de una trabajadora social y una coordinación pésima que muestra el Departamento de Niños y Familias.
