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MIAMI 27 DE ENERO DE 2023, nhr.com—Según fuentes en Washington, Charles McGonigal, el ex funcionario del FBI que fue arrestado el fin de semana pasado y acusado por las autoridades federales de tener vínculos con el oligarca ruso Oleg Deripaska, pasó el año pasado trabajando secretamente para otro multimillonario nacido en Rusia.
Aman Resorts, una cadena hotelera de cinco estrellas propiedad de Vladislav Doronin, un magnate inmobiliario entrenado en artes marciales que ha sido calificado como “la respuesta de Rusia a Donald Trump”, contrató a McGonigal en la primavera de 2022 para un trabajo de alto costo como director de seguridad para las 34 ubicaciones de Aman en todo el mundo, según fuentes con conocimiento directo de la situación.
De hecho, las fuentes especularon que cuando McGonigal fue arrestado en el aeropuerto JFK el sábado, regresaba de un viaje de negocios en Sri Lanka, donde Aman opera un par de hoteles elegantes.
Las fuentes dijeron al NY Post, que McGonigal trabajó para Aman en la ciudad de Nueva York, donde la compañía abrió su primera propiedad en agosto en la Quinta Avenida y la calle 57 en el antiguo edificio Crown, ganando rápidamente la reputación de ser la propiedad más cara de la Gran Manzana con tarifas de habitación que comienzan en $ 2,400 por noche.
Un portavoz de Aman confirmó que la compañía contrató a McGonigal el año pasado, pero sostuvo que su empleo comenzó hace solo unos meses.
“McGonigal fue contratado por Aman Group en el otoño de 2022 como jefe global de seguridad, en función de sus calificaciones y un papel similar en la industria de bienes raíces, así como sus dos décadas con la Oficina Federal de Investigaciones”, dijo un representante de Aman.
La compañía también dijo que McGonigal ya no trabaja para Aman Group, pero no reveló cuándo terminó.
Un ex empleado de Aman que dejó el grupo hotelero dijo que la cultura de la oficina era más rusa que estadounidense.
Ni el abogado de McGonigal, Seth DuCharme, ni el Departamento de Justicia ha reaccionado sobre la vinculación del ex agente del FBI detenido con Aman.
El lunes, McGonigal, de 54 años, fue acusado de lavado de dinero y violación de la ley de sanciones de Estados Unidos. El Departamento de Justicia alega que McGonigal junto con un exdiplomático ruso convertido en intérprete de los tribunales federales, Sergy Shestakov, trabajó para Deripaska, un magnate del aluminio que había sido sancionado por los Estados Unidos en 2018.
Durante su empleo en el FBI, McGonigal supervisó las investigaciones de oligarcas, incluido Deripaska, quien fue sancionado por los Estados Unidos por supuestamente actuar en nombre del gobierno ruso en el sector energético. El gobierno alega que Deripaska contrató a la pareja para sacarlo de la lista de sanciones e investigar a uno de sus oligarcas rivales, pagándoles a través de compañías ficticias.
Cabe destacar que durante su tiempo en el FBI, McGonigal participó en las falsas investigaciones contra el ex presidente Donald Trump
El fue una de las figuras clave que ayudó a desencadenar la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre las acusaciones de que el equipo de campaña de Trump se confabuló con Rusia para ayudar al expresidente a ganar las elecciones de 2016.
McGonigal, mientras se desempeñaba como jefe de la sección de delitos cibernéticos en la sede del FBI en Washington, DC, fue uno de los primeros funcionarios del FBI en enterarse de las acusaciones de que George Papadopoulos, asesor de campaña de Trump en 2016, se jactó de que sabía que los rusos tenían suciedad política sobre la candidata demócrata Hillary Clinton.
Esta información llevó al FBI a lanzar “Crossfire Hurricane”, que examinaría si los funcionarios de Trump habían estado coordinando “consciente o inconscientemente” con los intentos de Rusia de interferir en las elecciones presidenciales de 2016.
En septiembre del 2020, el subdirector adjunto del FBI, Jonathan Moufa, dijo que, durante el interrogatorio del Comité Judicial del Senado, recibió un correo electrónico de McGonigal sobre Papadopoulos que “contenía esencialmente ese informe, que luego sirvió como base para la apertura del caso”.
En 2017, el trabajo del FBI fue asumido por el abogado especial Robert Mueller como parte de su amplia investigación sobre los vínculos de la campaña de Trump con Rusia en medio de las elecciones de 2016.
En 2019, el Informe Mueller determinó que no habían evidencias de que la campaña de Trump trabajara criminalmente con Rusia para ayudar a interferir en las elecciones.
