MIAMI 30 DE SEPTIEMBRE DE 2024, NHR.COM—La vicepresidenta Kamala Harris publicó la pasada semana un documento de 82 páginas en el que explica su visión de la economía, pero el plan tiene mucho en común con la agenda económica del presidente Joe Biden.
El plan, titulado “Un nuevo camino a seguir para la clase media”, propone aprovechar las iniciativas de Biden, como la cancelación de la deuda de los préstamos estudiantiles, la política industrial, los enormes subsidios para la energía verde y perseguir a las corporaciones por supuesta especulación con los precios.
Antes de abandonar la carrera presidencial bajo una inmensa presión política, los votantes estaban en gran medida insatisfechos con la economía de Biden, que había llegado a definirse por la inflación más alta en 40 años.
“Harris no se alejará mucho de las políticas actuales de Biden”, dijo Ryan Young, economista senior del Competitive Enterprise Institute, a la Daily Caller.
“Está tratando de encontrar un camino intermedio entre forjar su propia identidad, pero sin dar a entender que Biden ha impulsado malas políticas, que ella ha estado promoviendo durante los últimos cuatro años”.
Harris pretende “obligar a las corporaciones y a los estadounidenses más ricos a pagar su parte justa en impuestos”, algo que planea hacer básicamente replicando el aumento de impuestos de 5 billones de dólares que pedía Biden en su solicitud de presupuesto para el año fiscal 2024.
Algunas de las reformas de “sentido común” de Harris que impulsarían este aumento de impuestos incluyen un impuesto del 25% sobre las ganancias de capital no realizadas para los estadounidenses con altos ingresos y una tasa máxima de impuesto sobre las ganancias de capital del 33%, una alternativa agresiva pero menos ambiciosa a la tasa del 44,6% que ha propuesto Biden.
“Los estadounidenses deberían estar profundamente preocupados por cualquier programa político que intente calificar de ‘nuevo’ un aumento masivo de los impuestos en este caso, incluido un impuesto sobre las ganancias de capital no realizadas”, dijo Peter Earle, economista sénior del Instituto Americano de Investigación Económica.
“Aumentar el alcance de las garras confiscatorias del gobierno y, al mismo tiempo, aumentar el gasto es la forma en que Estados Unidos ha acumulado 35 billones de dólares en deuda, más de 100 billones de dólares en pasivos no financiados y ha devaluado el dólar en un 90 por ciento o más en cincuenta años.
Y en la medida en que se dan pocos detalles, no hay razón para no asumir que los objetivos políticos de Harris no son simplemente una continuación de la de la Bidenomics”. Esos aumentos de impuestos pueden ser necesarios para pagar la letanía de derechos sociales que propone Harris.
