MIAMI 27 DE AOSTO DE 2021, nhr.com— El profundo aparente dolor observado en el rostro de Joe Biden mientras sus ojos se hinchaban de lágrimas era doloroso de verlo, sin embargo, su sufrimiento personal no puede exonerarlo de la responsabilidad por lo que sucedió en Kabul.
Tampoco se puede tomar en serio su esfuerzo deshonestamente vergonzoso de culpar al expresidente Donald Trump e incluso a sus propios comandantes militares. Esas lagrimas se convierten en lágrimas de cocodrilo, de un viejo camaján político.
Cuando el enemigo ataca con resultados mortales, culpar de otra persona como lo hizo con Trump, no es liderazgo y ciertamente no es presidencial.
Si realmente aceptara la responsabilidad, Biden aceptaría el hecho obvio de que sus acciones jugaron un papel importante en este horrible resultado. En cambio, su afirmación de que todos los comandantes estuvieron de acuerdo con él en el plan de retirada es una mentira descarada.
Se sabe con certeza que los militares argumentaron en contra de su salida apresurada. Los oficiales le dieron alternativas y él dijo que no porque, durante 50 años, Joe Biden siempre ha querido saber más.
Sin embargo, cuando las cosas se descarrilan, se atreve a esconderse detrás de los generales, y porque no en esta ocasión detrás de sus supuestas lágrimas de dolor.
Eso es político, eso es Washington, no es la marca de un comandante en jefe confiable.
El peor día para nuestras tropas en Afganistán en una década nunca será olvidado por esas familias de la Gold Star que recibieron ese temido golpe en la puerta. Pero también es una mancha terrible en Estados Unidos que nuestros valientes hombres y mujeres fueran puestos en una situación tan vulnerable.
Lo más increíble es que durante los cuatro años de la administración Trump, vivimos en paz, nos sentimos protegidos, y en solo 8 meses de Biden se ha deteriorado la situación mundial, los Talibanes ahora son dueños de Afganistán, ISIS ha resurgido y nos amenaza, la economía se dispara y los precios de todo, desde la gasolina hasta los productos principales están por las nubes. Hoy tenemos 13 muertos y un montón de heridos, ISIS se ha responsabilizado, todo esto lo cargaran en sus hombros Biden y todos los que votaron por él.
Así que Estados Unidos está tomando a sus muertos y heridos y se retira inmediatamente después de una masacre. Esta no es una salida honorable de Afganistán.
Esta una rendición y una derrota disfrazada de éxito.
Mientras tanto, los terroristas en todas partes celebrarán, el 20 aniversario del 9/11 y será la mejor herramienta de reclutamiento para su retorcida causa.
Nunca olvides que todo esto sucedió bajo la supervisión de Joe Biden.
