Especial: Al desnudo la campaña contra Bob Menéndez

• No escapa la Casa Blanca de los intentos por desacreditar al senador cubanoamericano

MIAMI, 19 DE ABRIL DE 2013, NHR.com—Si algún director cinematográfico de Hollywood crea una película con una trama como la que en NHR.com nos hemos enterado en el día de ayer, sin duda alguna se llevaría por lo menos una nominación para el Oscar por su poder de creatividad.

La víctima en esta trama real ha sido el funcionario estadounidense de la política estratégica clave en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el senador Bob Menéndez. El rol de villano lo cargaría el brigadier general del ejército cubano, Eduardo Delgado Rodríguez. Los cómplices: el abogado dominicano Melanio Figueroa junto a altos funcionarios de la Casa Blanca, todos involucrados en la profunda guerra política que el gobierno cubano y los intereses políticos de Washington y otros países latinoamericanos han centrado contra el senador Menéndez, obstáculo clave a los deseos del gobierno de La Habana y la Casa Blanca para restablecer las relaciones Estados Unidos-Cuba.

Como se sabe, el senador Menéndez junto a Ileana Ros Lethinen, Mario Díaz Balard, en el Congreso, y Marco Rubio en el Senado, rechazan los deseos de la administración de Obama de normalizar las relaciones entre el gobierno comunista y Washington, y ese acercamiento es uno de los objetivos claves de política exterior del Presidente Barack Obama.

El problema para llevar a cabo una política más blanda con Cuba es que bajo la presidencia de Bob Menéndez en el poderoso Comité de Relaciones Exteriores del Senado, las posibilidades de que ese objetivo se cumpla es casi nulo. Por eso es que hay que eliminarlo de esa posición, y cómo, pues “desacreditándolo”.

De acuerdo con fuentes en la capital del país, la normalización de relaciones es también el objetivo estratégico más importante y deseado del gobierno cubano del dictador Raúl Castro, hasta el punto que el liderazgo cubano ha ordenado a la Dirección de Inteligencia (DI), como principal misión centrarse en el retiro del senador Menéndez de su posición para que no pueda bloquear ese proceso.

El DI ha trabajado en gran parte  en la República Dominicana para crear una serie sucesiva de “escándalos” que supuestamente involucran el senador Menéndez, y forzar su renuncia de la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.

Como NHR.com informara el 6 y el 18 de marzo, los conspiradores crearon varios escándalos para lograr publicidad en los medios de comunicaciónn. Así surgieron  una serie de reclamos por tres prostitutas en la República Dominicana y que acusaban al senador Menéndez de haberlas contratado y pagarles mal. Estas afirmaciones aseguraban que las denuncias de irregularidades por parte del senador fueran difundidas a través de medios prominentes en los Estados Unidos, además de justificar que la Basa blanca se distanciara de él.

Cabe destacar que cuando el huracán Sandy devastó Nueva Jersey y otras partes de la costa este de Estados Unidos en los días antes de la elección presidencial, el presidente Obama se trasladó a la zona devastada, donde obtuvo oportunidades de fotos y ganó el apoyo del gobernador de Nueva Jersey republicano Chris Christie, pero al mismo tiempo y literalmente rechazó que el senador por ese estado, Bob Menéndez, le acompañara en el helicóptero presidencial. Esto fue una humillación significativa y muy pública de parte del Presidente al Senador, a pesar de que la máquina de Menéndez le diera lo votos a Obama.

Las objeciones de la Casa Blanca al senador Menéndez se centraron alrededor de la oposición del senador a la normalización de las relaciones con Cuba, pero hubo al parecer otras causas de fricción entre el Presidente y  Senador. Por eso, desde antes de las elecciones, la Casa Blanca estaba feliz de ver que Cuba, bajo el general de brigada Eduardo Delgado Rodríguez, comenzara las campañas de difamación contra Menéndez.

Las fuentes señalaron a NHR.com que la operación de la Dirección de Inteligencia cubana contrató al abogado de la República Dominicana, Melanio Figueroa, un dirigente político del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y recaudador de fondos de alto nivel, y fue Figueroa quien presuntamente organizó la trama y las declaraciones de las prostitutas, y aunque más tarde se retractó.

Pero para entonces, el nombre del senador Menéndez ya había sido manchado.

Como se recordará, luego otras alegaciones fueron achacadas al senador Menéndez y éste estaba siendo investigado por funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos bajo el aliado del presidente Obama, el fiscal general Eric Holder.

Las denuncias tuvieron que ver con presuntas irregularidades por parte del senador Menéndez, al que acusaron de aceptar regalos de vacaciones y viajes en un avión privado perteneciente a un amigo y colaborador de la campaña, el Dr. Salomon E. Melgen, un rico cirujano oftalmólogo de Florida. “Nada de esto fue cierto, fue algo tramado por la Dirección de Inteligencia cubana y funcionarios de la Casa Blanca”, dijeron las fuentes.

Después de salvada esta odisea, el senador Menéndez, en su posición clave de la política exterior de Estados Unidos, continúa pensando igual, oponiendose al deseo de la Casa Blanca y el gobierno cubano de normalizar las relaciones entre ambos países.

La cadena de hechos mencionados dejan en claro cómo en la Casa Blanca, animados por The Washington Post y The New York Times montaron una campaña en contra del senador. Se desconoce cuál será el futuro del senador Bob Menéndez dentro del Partido Demócrata.