• Otros han sido perdonados y sus controversias olvidadas
MIAMI, 11 DE ABRIL DE 2012, nhr.com—Entre los que han seguido la saga de Ozzie Guillén en su nueva controversia que lo llevó esta vez a pedir perdón por lo que dijo, hay personas que lo perdonan y otras que siguen pidiendo su despido del equipo de pelota local los Miami Marlins.
Ozzie no es el primero ni se puede asegurar que sera el ultimo entre las celebridades han pasado por la misma pena. Unos han corrido mejor suerte que otros y NHR.com ha hecho una recopilación de esas otras personalidades que han cometido pifias que les han costado un alto precio.
Recientemente el presentador conservador, Rush Limbaugh, fue altamente criticado por haberle llamado sucia y prostituta a una estudiante de leyes de la Universidad de Georgetown, en su programa radial del 29 de febrero de este año 2012. El insulto fue dirigido a Sandra Fluke, por haber testificado ante un comité del congreso en apoyo a que las compañías de seguro cubrieran los costos de los anticonceptivos.
Esas declaraciones de Limbaugh lo hicieron pedir una disculpa en el aire a la joven estudiante.
También la cadena CBS despidió en el año 2007 al popular presentador Don Imus. La razón: criticar al equipo femenino de basketball de la Universidad de Rutger y decirle que eran mujeres alegres.
El cubanoamericano, Rick Sánchez, también conoció lo que es quedar cesante por hablar a la ligera. Sánchez fue dejado en la calle por la cadena nacional de televisión CNN, en el año 2010, donde conducía su popular programa “Ricks List”. Haber insinuado durante una entrevista radial, que la CNN era controlada por judíos, quienes también controlaban otras cadenas de television, le costó el despido. Al día siguiente de salir al aire esas declaraciones, CNN anunciaba la cesantía de Rick Sánchez.
Uno de los baskebolistas más populares que han pasado por el Miami Heat, Tim Hardaway, se vio envuelto en una controversia en 2007, cuando declaró que odiaba a los homosexuals, respondiendo a una pregunta que se le hizo sobre la “salida del closet” de otro baskebolista, John Amaechis, que había declarado que era gay. Luego, Hardaway se disculpo por sus declaraciones .
Y hasta en niveles superiors de la política del país encontramos errores que cuestan caros. Antes de ser vicepresidente, Joe Biden, en su campaña por la nominación a la presidencia enfrentándose entre otros al actual primer mandatario, Barack Obama y otros demócratas, en el 2008, declaró, refiriéndose a Obama, lo señaló como “el único afro-americano que era brillante, limpio y de apariencia elegante”. Biden luego negó haber dicho eso y dijo que sus palabras habían sido sacadas fuera de contexto.
En todos estos casos, los implicados han sido perdonados y sus controversias olvidadas. Está por verse lo que ocurrirá con Ozzie Guillén.