• Se comenta sobre su actuación en la audiencia del caso Expósito
MIAMI 14 DE SEPTIEMBRE DE 2011, nhr.com—Después de 48 horas de haberse terminado la audiencia donde fue cesanteado el exjefe de la Policía de Miami, Miguel Expósito, lo que más se escucha en la calle son comentarios sobre la brillante actuación del abogado Alberto Milián y la burda disquisición del comisionado Frank Carollo.
Alejándose del asunto que se trataba, Carollo dedicó tiempo y energía a machacar en quejas contra el administrador de la ciudad, creando contratiempos que entorpecían la marcha del caso. Sus intervenciones restaban valor a lo que argüían uno y otro bando, pero el comisionado mostró no conocer sobre el comportamiento que exigía el momento.
Aún los conocedores de la posición que tomaría Carollo, quedaron asombrados con su participación. “Sonaba como si estuviera a mil leguas de distancia”, nos dijo un activista de la campaña del comisionado. “Quiso lucirse y lo que decía no tenía valor alguno.
Sacó argumentos que no tenían nada que ver con los cargos que se ventilaban”.
Utilizó el escenario para descargar directa e indirectamente contra el alcalde Tomás Regalado”, contaba un asiduo cliente a las tertulias del Versailles. “Se dedicó a atacar al administrador Johnny Martínez, y el momento más insolente de su participación fue cuando se refirió a Martínez diciéndole: ‘Señor administrador, con todo mi respeto, usted le ha dado muchas esperanzas a otras personas, soy de los que creo que con su actuación del pasado viernes muchas de esas personas estarán esperando en ocupar su puesto’”.
Esas palabras antes citadas han sido repudiadas por decenas de personas. Muchas de ellas nos han escrito correos electrónicos, calificándolas de indignas, fuera de lugar e insolentes. En uno de los correos, un señor que dijo haber votado por el comisionado de La Pequeña Habana, nos manifestó que “esa Carollada era una de las páginas más indignas que haya escuchado salir de los labios de un comisionado en la historia de la política local”.
“Esos episodios se deben acabar, para que haya paz en Miami”, leímos en otro correo que se nos hizo llegar.