• Es el candidato que anda de boca en boca entre nosotros y a nivel nacional
MIAMI, 17DE OCTUBRE DE 2011, nhr.com—Cuando se iniciaron los debates presidenciales republicanos este año, nadie le prestó atención a Herman Cain. En la Florida, sin embargo, se convirtió en serio comentario que hizo que se considerara la posibilidad de que este hombre que pudiera ser presidente de Estados Unidos. Su plan llamado 9-9-9 es lo que más llama la atención, aparte de la amplitud de temas que sabe enfocar de un modo que se desvía del tono de la política tradicional.
El 9-9-9 consiste en una reforma del sistema de impuestos, reemplazando al sistema actual por una tasa fija del 9% en ingresos sobre la renta, 9% para las ganancias corporativas y 9% en impuestos a las ventas. En el sitio web de su campaña, Cain explica la razón del número en una frase: “Si 10% es suficientemente bueno para Dios, 9% debe bastarle al gobierno federal”. En una explicación ligeramente más técnica, Cain ha dicho que el sistema 9-9-9 sería neutral, al mantener el nivel de ingresos actuales del fisco. El plan de Cain eliminaría el complicado sistema de exenciones y deducciones, pero él asegura que contribuiría con el crecimiento económico.
El ascenso de este candidato a la presidencia del país ha sido sorprendente, no sólo por lo repentino e inesperado, sino porque es el candidato con el perfil menos político de los ocho en la competencia republicana, además de ser negro, en un partido que no cuenta con muchos afroamericanos en sus filas.
Según datos del Centro de Investigaciones Pew, entre el 22 de septiembre y el 4 de octubre, Rommey acumuló 22% de la intención de voto entre electores identificados como republicanos o simpatizantes, mientras que Perry, 17% y Cain 13%. Desde entonces Cain ha venido subiendo como la espuma
Los encuestadores destacan el ritmo de ascenso de Cain, quien en algunas estudios brinda una lucha pareja, bien sea con Perry o Romney. Sin embargo, a diferencia de Rommey y Perry, y del resto de los aspirantes republicanos, Cain nunca ha sido funcionario público.
Su experiencia es solamente empresarial y gremial, y cuando en 2004 quiso buscar un puesto en el Senado por su estado, Georgia, no logró pasar las primarias. Por eso, cuando a principios de año Cain anunció que entraba en la carrera por la nominación republicana poco lo tomaron con seriedad y muchos enfatizaban su pasado gerencial frente a una cadena de pizzerías como manera de evidenciar su falta de bagaje político.
Su gestión al frente de Godfather’s Pizza se considera muy exitosa, en una hoja de vida empresarial caracterizada por varios logros corporativos.
A principios de los años ’90 Cain empezó a incursionar en la política al ser nombrado miembro del Banco de la Reserva Federal de Kansas, y luego entre 1994 y 1999, cuando fue el presidente de la Asociación Nacional de Restaurantes.
Cain ha sido comentarista de radio, ministro bautista y autor ; tiene un máster en ciencias de computación de la Universidad de Purdue, y su primer trabajo fue como especialista en balística de la Armada de EE.UU., lo que sirve para llenar la casilla de experiencia militar que muchos conservadores esperan de los políticos estadounidenses.
Mucho queda por hablar sobre este candidato que aunque no sea el nominado por el Partido Republicano, mucho puede aportar para captar votantes en las elecciones del 2012.