MIAMI 14 DE AGOSTO DEL 2015, nhr.com—El periódico comunista Granma hace una reseña en el día de hoy sobre la historia de las relaciones entre Estados Unidos con los gobiernos cubanos antes de la revolución y resaltan las diferentes etapas de dichas relaciones.
“Cuando la bandera estadounidense ondee este viernes frente al Malecón de La Habana, de la misma manera que lo hizo nuestra enseña nacional en Washington el pasado 20 de julio, se habrá cerrado un ciclo que inició el 3 de enero de 1961, el día que el presidente Dwight Eisenhower cerró las puertas de una convivencia pacífica con la joven Revolución Cubana, dice el artículo, y continua.
“Pocos podían pensar entonces que pasaría más de medio siglo hasta que otra administración estadounidense las volviera a abrir.
Cuba y Estados Unidos, dos naciones separadas apenas por 90 millas de mar, acumulan una convulsa relación bilateral, incluso si solo se cuenta a partir de la intervención norteamericana en la Guerra de Independencia contra España a finales del siglo XIX”.
De acuerdo con Granma, durante los distintos gobiernos cubanos, el embajador de Estados Unidos era una figura tan importante como el propio presidente del país y en algunos casos más. Durante la década del 40, lo que sucedía en el interior de esta embajada, ubicada en la calle Obispo, podía cambiar el rumbo del país. Foto: AP
Los Estados Unidos inauguraron en 1953, en pleno gobierno de Batista, su más moderna embajada frente al Malecón habanero, un símbolo de poder e influencia. El edificio fue diseñado por la reconocida firma de arquitectos neoyorquina Harrison & Abramovitz. Foto: Archivo
Ceremonia de izamiento de la bandera de Estados Unidos en la misión de La Habana a finales de los 50 en presencia de Philip W. Bonsal, ultimo embajador en la Isla. FOTO: Foto: Archivo
James Tracy (izquierda), Mike East (centro), y Larry Morris, fueron los tres marines que arriaron la bandera estadounidense el 4 de enero de 1961, pocas horas antes de ser escoltados por milicianas cubanas hasta un ferry en el Puerto de La Habana que los llevó de regreso a su país. Según fuentes diplomáticas estadounidenses, los tres ex marines estarán presentes en la ceremonia de hoy para izar la nueva bandera. Foto: New York Times.
Funcionarios estadounidenses abandonan la embajada tras la ruptura de relaciones. Las autoridades cubanas habían denunciado que el lugar se había convertido en un nido de espías para atentar contra el proceso político y social. Se les dio 48 horas para reducir el número de funcionarios de más de 300 a 11, la misma cantidad con que contaba la embajada cubana en Washington. Eisenhower, que ya tenía sobre su escritorio la supuesta solución militar al problema decidió dar un portazo y cortar los vínculos diplomáticos.
Su decisión marcaría el próximo medio siglo de relaciones bilaterales hasta el anuncio de los presidentes Barack Obama y el Dictador Raúl Castro el pasado 17 de diciembre. Foto: Archivo
El embajador suizo en Cuba Etienne Serra (izq.) recibe en el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, al señor Lyle Lane, primer Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en Cuba. Durante el gobierno del demócrata James Carter se dio una mejoría en las relaciones bilaterales, aunque parte de sus asesores no compartía la visión de cambiar la política hacia Cuba. En su primer año de mandato, se suspendieron los vuelos de reconocimiento, se restablecieron las conversaciones que fructificaron en el acuerdo pesquero y el de límites marítimos, se autorizaron temporalmente los viajes de estadounidenses a la isla y se establecieron secciones de intereses en ambas capitales. Foto: AP.
Wayne Smith (con barba), otro de los primeros jefes de la Sección de Intereses de Washington en la Habana, se convirtió en un apasionado defensor de un acercamiento entre los dos países. Smith estaba en La Habana cuando se arrió la bandera de la embajada en 1961 y será otro de los testigos en verla ondear una vez más este viernes. Foto: Archivo
Uno de los funcionarios estadounidenses en La Habana que más se destacó durante la administración de George W. Bush, y que combatió fuertemente a la dictadura cubana fue James Cason, hoy alcalde de Coral Gables.
Cason asumió la jefatura de la Sección de Intereses entre los años 2002 y 2005, hasta que fuera expulsado del país por el gobierno comunista.