MIAMI 25 DE FEBRERO DE 2021,NHR.COM—Hoy da inicio en la ciudad de Orlando, la Conferencia de Acción Política Conservadora, conocida como C-PAC, y como esta planeado, el presidente Donald Trump cerrara el evento el domingo con un discurso donde pudiera anunciar que se postularía para la presidencia en el 2024.
Este 28 de febrero marcará el retorno de Donald Trump a la actividad política a escala nacional y según algunas fuentes se podría escoger el momento para que se declare temprano su candidatura rumbo a las elecciones presidenciales de 2024. Incluso, se afirma que se mostrará como el “presunto nominado del Partido Republicano” a la presidencia.
Aún es pronto para establecer si Trump será en efecto el candidato republicano a la presidencia en 2024 o cuáles serán sus posibilidades de ganar entonces la reelección que no logró conseguir, tras el fraude masivo que le dio la presidencia al demócrata Joe Biden, en 2020.
Ciertamente, la influencia que Trump mantiene sobre el Partido Republicano y, en general, sobre el entono conservador y la derecha radical es formidable.
Para muchos de sus seguidores más entusiastas, Trump sigue siendo el líder y el protagonista político que desean para el futuro, incluido en ello un retorno a la Casa Blanca.
Trump se ha mantenido muy discreto desde que dejó la presidencia el 20 de enero pasado y la suspensión de sus cuentas en las redes sociales redujo sustancialmente su exposición pública.
Pero ello cambiará, posiblemente, el 28 de febrero, cuando los reflectores de la CPAC le devuelvan a Trump el protagonismo y la exaltación que él tanto acostumbró a sus partidarios.
Además, será el momento en que él posiblemente delineará su visión para sí y para los conservadores estadounidense, de la que él sigue siendo la figura mayor.
Esos objetivos lucen muy importantes para Trump y su entorno, una aspiración mayúscula que, de lograrse, sería una tremenda reivindicación, pero también le ofrecen beneficios concretos en el corto plazo.
Un ejemplo de ello es el conflicto que Trump tiene actualmente con el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, quien, aunque no votó para condenar a Trump en el reciente juicio político sí dijo abiertamente que Trump tuvo responsabilidad en el infame ataque contra el Congreso del 6 de enero.
Esos comentarios de McConnell es que lo tiene en el blanco del rencor trumpista, como ha sido el caso de otros políticos, entre ellos senadores y representantes que votaron en contra de Trump durante el impeachment o los funcionarios locales que, como en Georgia, rechazaron los intentos de Trump de revertir el resultado electoral.