• Los perjudicados dicen que tienen que transitar varias cuadras para poder llegar a su empleo
MIAMI 30 DE OCTUBRE DE 2014, nhr.com—Vecinos, empleados y dueños de negocios de los alrededores a la 72 avenida y la 9 y 10 calle del noroeste, están molestos con el Departamento de Transportación y el condado Miami Dade porque en la terminación de las obras que conecta la importante Milan Dairy Road con el Expressway 836 y el Palmetto, han clausurado el doblar hacia la izquierda por la 9 y 10 calle para los que se dirijan hacia el norte por la 72 avenida.
“Ahora los que trabajamos en la 9 calle y 73 avenida, tenemos que continuar hasta la 13 o 14 calle y allí hacer un giro en U, para poder regresar a la 9 calle, y doblar hacia la derecha para llegar a mi empleo, es algo increíble, algo que es hasta peligroso”, nos dijeron un grupo de empleados de un taller de chapistería ubicado en la zona.
Los dueños de empresas dicen que están teniendo problemas con la llegada de empleados que ven muy congestionada la 72 avenida y lo complejo que es continuar hasta la 13 calle o la 14 calle para poder hacer un giro en U, “la cola para doblar es interminable en las mañanas” nos dijeron.
De acuerdo con estos empresarios y empleados, ellos han llamado a las oficinas de la comisionada del área, la Presidenta de la comisión Rebeca Sosa, pero hasta el momento todo sigue igual, “esperamos que atiendan este llamado para que no cierren esas esquinas y nos permitan doblar hacia la izquierda allí”, nos dijeron.
Otros vecinos que se han visto perjudicados dicen que están seguro que ocurrirán muchos accidentes en esas esquinas, ya que habrán choferes que se arriesgaran y doblaran hacia la izquierda para cortar camino, “es muy peligroso”.
Ya los comerciantes han tenido reuniones con el departamento de Transporte (DOT) pero hasta ahora no han resuelto el problema, “solo nos queda recurrir a la señora Rebeca Sosa”, nos dijo Juan Carlos un joven empresario de la zona.
Nelsonhortareporta.com estará indagando esta semana sobre este caso que realmente preocupa no solo a los empleados, empresarios y vecinos, sino a muchos clientes de esas compañías que necesitan vender sus productos.