MIAMI 13 DE ENERO DE 2020, —El flujo de miles de indocumentados de más de 50 nacionalidades, desde Centroamérica hacia Chiapas, no ha cesado desde hace más de un año.
La Frontera Sur del país sigue abierta para todos aquellos que buscan llegar de manera ilegal a territorio chiapaneco y enlistarse en los programas que impulsa el Gobierno Federal a favor de los migrantes.
Otros, definitivamente dejaron sus naciones de origen para vivir en alguna región del país, ya sea de manera legal o indocumentada.
La cifra de los que están varados en Tapachula en busca de regularizar su situación migratoria se cuenta por decenas de miles.
Un balance de lo ocurrido tan solo esta semana en la Oficina de Regulación Migratoria de la Subdelegación Federal Zona Sur de Tapachula, señala que se atendieron a 7 mil 287 personas migrantes de diferentes nacionalidades.
Entre los servicios prestados se encuentran: mil 728 citas de primera vez; 3 mil 650 para fotos y huellas digitales; 684 informes; 648 trámites en ventanilla; 432 tomas de fotos y huellas, así como 145 entregas de tarjetas migratorias.
De manera pormenorizada se dijo que el 2 de Enero se efectuaron 867 trámites a migrantes extranjeros; el 3 fueron 633; el 6 ascendieron a mil 875; el 7 a mil 145; el 8 a mil 660, y el 9 se realizaron mil 107.
Los servicios se otorgaron, en su mayoría, a extranjeros originarias de El Salvador, Cuba, Honduras y Haití, así como de Guatemala, Chile, Costa Rica, Nicaragua Bolivia y apátridas.
En la semana también hubo protestas de parte de migrantes, ya que argumentaron que el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) es muy lento para realizar los trámites administrativos y eso los obliga a continuar en la ciudad.
También representantes de diversos sectores de la sociedad manifestaron su inconformidad por esos mismos motivos, ya que piden que los migrantes abandonen Chiapas lo más pronto posible.
Y es que relacionan la llegada de los migrantes a Tapachula y al resto de los municipios de la región, con el desplome de las ventas, la reducción en la afluencia turística y el aumento en los niveles de inseguridad.
También hay una gran preocupación porque está programada para la próxima semana, la salida de otra caravana de hondureños y salvadoreños hacia Chiapas, quienes supuestamente tienen la intención de entrar violentamente a México, como ya lo han hecho sus antecesores.
EL ORBE/ Ildefonso Ochoa Argüello