MIAMI 8 DE ABRIL DE 2019, — Pasan los días y crece la incertidumbre y la desesperación de los migrantes tras haberse iniciado las repatriaciones desde el suroriental estado de Chiapas y con la llegada de convoyes con agentes de la Policía Federal de México, y al escasear el agua y la comida.
En las inmediaciones de la estación migratoria Siglo XXI de la ciudad de Tapachula, más de 500 migrantes ya desesperados se mantienen en una tensa espera para ser atendidos por el Instituto Nacional de Migración, mientras miles más aguardan en el interior a que se les entregue un salvoconducto para cruzar el país.
Se desconoce si el Instituto les dará el ansiado documento, y desde el jueves pasado han sido ya repatriados más de 200 migrantes, principalmente haitianos y cubanos.
El hambre, la insalubridad y el hacinamiento está perjudicando la salud de miles de migrantes, muchos de ellos africanos, que duermen en las cercanías de las estaciones migratorias de Tapachula.
Varios migrantes han buscado en qué emplearse temporalmente mientras esperan el pase de salida. Trabajan en lo que esté a su alcance, como los hondureños Óscar Steven García y Elvin René Arriola.
“Nosotros estamos trabajando, ejerciendo nuestra gastronomía. Nuestras esposas hacen trenzas africanas y extensiones”, confió Elvin.
Situaciones e historias similares ocurren en el municipio de Mapastepec, donde hay unos 2,500 migrantes de varias nacionalidades temerosos de ser repatriados.
Al temor se suma el hambre y la sed, que mantiene en la desesperación a los migrantes que esperan el pase de salida para continuar su travesía.
Las autoridades migratorias de México empezaron a repatriar desde el jueves pasado a migrantes de varias nacionalidades que se encontraban en las estaciones de Tapachula.
CORTESÍA: La Prensa de Honduras