MIAMI 21 DE JUNIO DE 2024, nhr.com—La jueza en el caso de documentos clasificados de Donald Trump rechazó las sugerencias de otros dos jueces de hacerse a un lado cuando el caso le fue asignado por primera vez, según dice en un artículo el New York Times.
Las sugerencias a la jueza Aileen Cannon llegaron en dos llamadas telefónicas de sus colegas judiciales, incluida una de la jueza principal del Distrito Sur de Florida, Cecilia Altonaga, según dice el informe, que citó a dos fuentes que hablaron bajo condición de anonimato.
Cannon, quien fue nominada por Trump para su cargo actual, ha sido criticada por los críticos de Trump después de retrasar indefinidamente un juicio en el caso, garantizando efectivamente que Trump no enfrentará un veredicto en el caso antes de las elecciones presidenciales de 2024.
Si Trump llega a la presidencia, podría ordenar al Departamento de Justicia que abandone el caso federal.
Trump está acusado penalmente en el caso de mal manejo de documentos clasificados.
Los críticos de Trump también han criticado un fallo que Cannon tomó durante la investigación criminal y que fue útil para Trump, pero que finalmente fue revocado por un panel de tres jueces de apelación, todos ellos nominados por presidentes republicanos.
Cannon impidió temporalmente que los investigadores examinaran los documentos incautados mientras un experto especial revisaba las afirmaciones de Trump de que los documentos eran privilegiados.
Cannon reconoció que le estaba dando a Trump una consideración especial en comparación con otros acusados, y escribió en una orden de septiembre de 2022 que “la investigación y el tratamiento de un expresidente son de interés único para el público en general”.
Los jueces de la corte de apelaciones caracterizaron ese fallo como “una reordenación radical de nuestra jurisprudencia que limita la participación de los tribunales federales en las investigaciones penales” y una violación de las “limitaciones fundamentales de la separación de poderes”.
Cannon también pidió a los fiscales y al equipo de defensa de Trump que evaluaran las posibles instrucciones que daría a un futuro jurado que, según los expertos legales, equivaldrían a desestimar el caso contra Trump.
Las instrucciones establecerían que un presidente tiene autoridad exclusiva para declarar que los registros son personales y no presidenciales, y que los tribunales y jurados no pueden revisar esa categorización.
Trump ha argumentado que los tribunales no pueden revisar sus decisiones sobre qué registros son personales que puede conservar, a diferencia de los presidenciales que necesitaba entregar a los Archivos Nacionales.
Uno de los jueces que contactó a Cannon, un juez cuyo nombre no fue identificado, sugirió que alguien que presidiera una sala más cercana al tribunal de Miami donde un gran jurado acusó a Trump sería mejor para el caso, según el informe del New York Times.
Después de que esa llamada no logró persuadir a Cannon de que se hiciera a un lado, Altonaga, designado por George W. Bush, se acercó a Cannon, según el informe.
Altonaga dijo que se vería mal que Cannon supervisara el juicio debido a la controversia en torno a su decisión, posteriormente revocada, de que un experto especial revisara qué documentos podían examinar los investigadores en el proceso que finalmente condujo a los cargos.
Pero la Jueza rechazo las llamadas de los dos jueces. Muy bien por la jueza Aileen Cannon.
