MIAMI 25 DE SEPTIEMBRE DE 2020, —No hay dudas que los medios liberales protegen al candidato democrata a la presidencia Joe Biden, ellos dicen que la investigación contra su hijo Hunter por corrupción está empezando a parecer como una interferencia electoral.
Sin embargo, aquí están las pruebas presentadas:
Prueba A: El informe provisional del Senado publicado el miércoles detallando millones de dólares que el hijo de Joe Biden, Hunter, recibió de oligarcas y compañías extranjeras corruptas mientras su padre era vicepresidente.
A pesar de su evidente valor noticioso, el informe fue inmediatamente eliminado por medios de comunicación influyentes como The New York Times y The Washington Post MSNBC, CNN como partidarios “inconclusos” de la propaganda rusa.
“Republican Inquiry Finds Not Evidence of Wrongdoing by Biden”, fue el titular del Times.
“El informe Hunter Biden del GOP no respalda la teoría de la conspiración real de Trump, ni nada cercano a ella”, dijo The Washington Post.
“El informe anti-Biden de los senadores del Partido Republicano vuelve a empaquetar viejas afirmaciones” fue otro titular típico que desestimó el informe, esto de Politico.
Sin embargo, hay nuevas y condenantes acusaciones en el informe sobre la capacidad de Hunter para aprovechar la posición de su padre como vicepresidente en riquezas para él y sus amigos.
Las viejas acusaciones eran bastante condenables, de todos modos, a pesar del hecho de que han sido arrojadas por el agujero de la memoria.
Tome por ejemplo el pago mensual de Hunter $50,000 por sentarse en la junta de la firma ucraniana de gas natural Burisma Holdings, a pesar de no tener experiencia relevante y un historial de problemas de drogas, en un momento en que su padre estaba a cargo de la política estadounidense hacia Ucrania.
Pero aquí está sólo una de las nuevas revelaciones: Hunter recibió una transferencia bancaria de 3.5 millones de dólares en 2014 de Elena Baturina, la esposa del ex alcalde de Moscú, y un amigo multimillonario de Vladimir Putin.
Eso es una verdadera colusión rusa.
Dada la gravedad de las acusaciones, uno pensaría que el grupo de medios que siguió a Joe Biden le habría hecho una pregunta ayer sobre el informe.
Pero los periodistas no lo hicieron a pesar de que Biden tomó preguntas en tres ocasiones durante una visita a Carolina del Norte, la más disponible que ha estado para la prensa desde que se escondió a su sótano en marzo.
A las 10 a.m. en el aeropuerto de Wilmington en Delaware, Biden respondió a tres preguntas: cómo se estaba preparando para el debate de la próxima semana; si las relaciones de Estados Unidos con China serán un “juego de suma cero” si es elegido; ¿y estaba “todavía investigando a los posibles nominados de la Corte Suprema?”
En las calles de Charlotte, Carolina del Norte, se le preguntó: “¿Qué te da la sensación de que puedes ganar?”
Seriamente, esta es una prensa vendida al partido demócrata, son activistas, no periodistas.
Había más preguntas alrededor de la 1:30 p.m., después de que él pronunció un discurso de teleprompter:
Pero nada sobre Hunter Biden y la conclusión del comité del Senado condenándolo por corrupción.
Aquí hay algunas denuncias más del informe provisional, “Hunter Biden, Burisma, and Corruption: The Impact on US Government Policy and Related Concerns”, escrito por el presidente del Comité de Seguridad Nacional del Senado, Ron Johnson (R-Wis.), y el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Chuck Grassley (R-Iowa):
Hunter y su familia estaban involucrados en una vasta red financiera que los conectaba con ciudadanos extranjeros y gobiernos extranjeros de todo el mundo.
Hunter tenía asociaciones empresariales con Ye Jianming, Gongwen Dong y otros ciudadanos chinos vinculados al gobierno comunista y al Ejército Popular de Liberación. Esas asociaciones resultaron en millones de dólares en flujo de efectivo.
Hunter abrió una cuenta bancaria con Gongwen Dong para financiar una oleada de gastos globales de $100,000 con el tío James Biden y la tía Sara Biden.
Hunter pagaba a las mujeres nacionales de Rusia u otros países de Europa del Este que parecen estar vinculadas a una “red de prostitución o trata de personas de Europa del Este”.
Puedes leerlo por ti mismo.
Pero nada de eso fue de interés para un medio de comunicación que pasó casi cuatro años reportando cada falso, sin fundamento, salaz y finalmente desacreditado rumores de que el presidente Trump connpuso con Rusia para ganar en 2016.
Realmente la falta de curiosidad por un escándalo documentado en vísperas de las elecciones presidenciales que involucran a uno de los candidatos es asombrosa.
